CHICAGO,
21 de mayo.— Al menos 45 personas fueron detenidas y varias
resultaron heridas en los enfrentamientos entre manifestantes
contrarios a la OTAN y la policía al término de una marcha por la
paz.
Durante los últimos días, esta ciudad fue testigo de masivas
protestas contra la Alianza Atlántica, que celebró su XXV Cumbre.
"Estoy aquí para devolver la medalla que obtuve. Lo hago en
solidaridad con el pueblo de Iraq y Afganistán. Lamento
profundamente la destrucción que hemos causado en esos países y en
todo el mundo", declaró a Democracy Now Jason Heard, exparamédico de
combate que estuvo diez años en el ejército estadounidense.
Los líderes de la OTAN aseguraron este lunes, al término de su
reunión, que las tropas internacionales darán por cerrada su misión
en Afganistán a finales del 2014, trece años después de su inicio.
"La transición irreversible de la total responsabilidad de
seguridad de la ISAF (fuerza de la OTAN en Afganistán) a las Fuerzas
de Seguridad nacionales afganas está en camino", explicaron en un
comunicado los 28 líderes de la alianza belicista, según AFP.
No obstante, el mensaje también aclara que a partir de enero del
2015, quedará en Afganistán una misión de entrenamiento,
esencialmente estadounidense.
La Cumbre cerró con una reunión ampliada de 50 líderes, incluido
el gobernante afgano Hamid Karzai y el paquistaní Asif Alí Zardari.
Karzai pidió a sus aliados 4 100 millones de dólares al año para
mantener el entrenamiento de sus fuerzas militares, una suma que
estaba siendo recolectada entre los asistentes a la Cumbre.
Por otra parte, el visto bueno que dio el cónclave a la
reactivación del escudo de defensa antimisiles en un plazo de tres
años parece desafiar a Rusia. Destinarán mil millones de dólares
para tener operativo el sofisticado sistema en el 2015, según el
sitio digital US News and World Report.
La decisión contrasta con las declaraciones de Anders Fogh
Rasmussen, secretario general de la OTAN, quien aseguró que las
medidas de austeridad económica que se aplican en Europa harán más
difícil mantener la capacidad militar de la alianza.
Funcionarios estadounidenses dicen que el sistema está diseñado
para interceptar misiles iraníes dirigidos contra objetivos europeos
e intereses de Estados Unidos en la región. No obstante, Moscú ha
reiterado en varias ocasiones que el escudo estaría dirigido a
neutralizar sus defensas estratégicas.