CARACAS, 21 mayo.— La venezolana Brenda Esquivel denunció que el
gobierno estadounidense promueve una falsa justicia y viola los
derechos humanos al resguardar a terroristas como Luis Posada
Carriles.
Ese hombre, con un amplio expediente de servicios para la Agencia
Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), fue uno de los
autores intelectuales de la voladura de una nave de Cubana de
Aviación en octubre de 1976, con un saldo de 73 muertos.
Las hermanas (Brenda y Marlene), sin embargo, lo conocieron
cuatro años antes, cuando se hacía llamar Comisario Basilio y llegó
a punta de pistola hasta una casa ubicada en La Victoria, estado de
Aragua.
Aquel 3 de junio de 1972 yo estaba en shock: el día anterior, en
horas del mediodía, él mismo, junto a un grupo de la Dirección de
los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), mataron a mi
compañero, Ramón Antonio Álvarez, contó Brenda a Prensa Latina.
Los funcionarios llegaron tocando la puerta, pero apenas unos
segundos después, comenzaron a disparar, porque la idea era matarnos
a todos, aseguró la entonces integrante de un movimiento
progresista.
A casi 40 años de aquellos momentos, Brenda agradeció la
intervención de las personas del lugar, que comenzaron a gritar
asesinos los agresores y se acercaron a ella, a su hermana y a los
niños que se encontraban en la vivienda, en un ademán de
protegerlos.
Después de matar a un joven que también se hallaba en la casa,
las trasladaron a una comisaría de la policía municipal, y a Brenda,
específicamente, la lanzaron en un calabozo con presos comunes con
el propósito de que la violaran.
Yo tenía ocho meses de embarazo y gracias a dios siempre hay un
alma caritativa, los mismos presos tuvieron compasión y más
humanidad que el comisario Basilio y sus asesinos, no me tocaron
para nada, más bien me protegieron, afirmó.
Luego, en la sede de la Disip de Maracay, capital de Aragua,
comenzaron las torturas, para que las dos mujeres delataran a sus
compañeros de lucha.
Allí a la hija de su hermana, de apenas 24 días de nacida, le
quemaron las piernas con cigarros y el propio Basilio amenazaba con
dispararle en la cabeza o asfixiarla cubriéndole la boca y la nariz.
Cuando el funcionario le dijo, comisario, esta mujer está
embarazada, en relación a mí, él respondió: Mata a esa semilla antes
de que nazca, porque va a ser un comunista, rememoró Brenda con la
denuncia en el tono de la voz.
Pienso que quedamos vivas para ofrecer a los jóvenes este
testimonio, sostuvo, a décadas de aquellos hechos.
El año pasado, Venezuela reiteró la solicitud de extradición
contra Posada Carriles, formulada desde 2005 a Estados Unidos.
A juicio de Brenda Esquivel, resulta muy difícil que lo
extraditen, por tratarse de un protegido del gobierno
estadounidense.
Ellos lo formaron, denunció, el país más terrorista, más violador
de los derechos humanos es Estados Unidos, tienen que proteger a
todos sus asesinos.
Posada Carriles, también relacionado con atentados perpetrados en
Cuba en 1997, quedó absuelto el pasado año de cargos que sólo lo
acusaban de mentir y obstruir la justicia, durante un juicio en El
Paso, Texas, en la nación norteamericana.
La estadounidense es una justicia falsa, concluyó Brenda, con el
énfasis y la condena de las víctimas que insisten en combatir contra
la impunidad.