Los jefes superiores del cártel de Los Zetas ordenaron la reciente masacre en el estado mexicano de Nuevo León para culpar a bandas rivales, se informó hoy al ser presentado ante la prensa su principal ejecutor.

El apresado lugarteniente de esa agrupación criminal, Daniel de Jesús Elizondo, alias El Loco, confesó que ese macabro plan incluyó la distribución de letreros en los cuales Los Zetas se deslindaban de esa matanza masiva ocurrida el pasado día 13.

Este individuo era el cabecilla en el municipio de Cadereyta y se reconoció autor material del asesinato de 49 personas, cuyos cadáveres aparecieron sin cabezas ni manos en una carretera de esa localidad.

Todavía se desconoce la identidad de los cuerpos que podrían ser de inmigrantes centroamericanos, apuntó Prensa Latina.

El subjefe operativo de la Secretaría de la Defensa Nacional, general Edgar Luis Villegas, explicó que el detenido se ocupaba de combatir a los cárteles del Golfo y de Sinaloa en la lucha entre los narcotraficantes por el control de ese territorio.

Nuevo León es fronterizo con Estados Unidos, el país más consumidor de droga del mundo y de donde procede el tráfico mayor de armas de alto poder de fuego que nutren los arsenales de los criminales mexicanos.

El Loco declaró que recibió esas órdenes de los máximos jefes Zetas, Heriberto Lazcano, El Lazca, y Miguel Ángel Treviño, El Z40; así como del dirigente en Nuevo León, conocido como El Morro.

El mandato que tenía era abandonar los cuerpos en la plaza principal de Cadereyta, pero finalmente decidió dejarlos en la vía Monterrey-Reynosa.

Este criminal resultó capturado por militares el viernes pasado en un vecindario de la municipalidad de Guadalupe, también en ese estado.

Otro de los principales implicados en ese asesinato múltiple es José Ricardo Barajas, El Bocinas, quien es uno de los reos que se fugó del penal de Apodaca el 19 de febrero, actualmente prófugo.