La población boliviana se volcó hoy a los hospitales para recibir
atención médica, luego que el conflicto por las ocho horas de
trabajo diario en el sector de salud fue superado tras 52 días de
inactividad en los centros asistenciales, dio a conocer Prensa
Latina.
El viceministro de Salud, Martín Maturano, señaló que al menos
800 operaciones están demoradas, la mayoría de ellas
correspondientes a la seguridad social, por lo que los pacientes
deben pedir una reprogramación de las mismas, resaltó la Agencia
Boliviana de Información.
El Gobierno, los trabajadores de la salud y los médicos
suscribieron un pacto que establece la vigencia del decreto 1232 que
suspende las ocho horas de labor en hospitales públicos hasta la
realización de una Cumbre Nacional por la Salud en julio, que
debatirá sobre un sistema acorde a las demandas del pueblo
boliviano.
Los acuerdos pusieron fin a una huelga en el sector, en reclamo
de la abrogación de la jornada de ocho horas de trabajo, establecida
por un anterior decreto supremo que fue suspendido por el Ejecutivo.
El pasado 28 de marzo los médicos, y un día después los
trabajadores de la salud declararon un paro por tiempo indefinido,
en rechazo al referido decreto, el cual elevaba de seis a ocho las
horas de labor diaria en el sector, en aras de mejorar la atención a
la población, según explicaron las autoridades gubernamentales.
Aunque el Gobierno ofreció trabajar conjuntamente la
reglamentación de la norma para tomar en cuenta las particularidades
del trabajo médico, la iniciativa fue rechazada por una parte de los
galenos, sobre todo en las ciudades más importantes.
Entretanto, la población sufrió la falta de atención médica, pues
solo funcionaban las unidades de emergencia.
El Ejecutivo, en defensa de la salud de los bolivianos, planteó
nuevas alternativas a los movilizados, quienes contaron con el
respaldo de los estudiantes de medicina que salieron en protestas,
que, en muchas ocasiones, llegaron a la violencia y a ataques contra
los agentes del orden.
Finalmente, el gabinete aprobó el Decreto Supremo 1232, que
estableció la suspensión del precepto cuestionado y convocó a la
Cumbre Nacional de Salud con la intención de analizar la atención
médica en Bolivia.
Tras la firma del arreglo, el Colegio Médico garantizó que a
partir de hoy la atención de los servicios de salud se normalizaría
a nivel nacional.