Una bomba estalló este lunes al paso de una caravana militar de
la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) y causó
cinco muertos entre guardias afganos de seguridad en la provincia
sureña de Zabul, según comunicó una fuente oficial.
Según el jefe del distrito de Shafr-e-Safa, Shadi Khan, el
vehículo de los custodios pasó junto a una bomba mientras protegían
un convoy de fuerzas extranjeras cuando el artefacto detonó, reporta
Prensa Latina.
No se registraron bajas entre las ocupantes tropas extranjeras,
agregó, pero sin ofrecer detalles a los medios informativos sobre
posibles víctimas entre los restantes soldados afganos.
Mientras, el Ministerio de Defensa reportó que 11 soldados
perdieron la vida y otros 20 resultaron heridos durante combates
librados en las últimas 24 horas en las provincias de Farah, Kapisa
y Helmnand.
También que en otros enfrentamientos de dos horas un soldado
falleció y otros fueron heridos por insurgentes afganos en la aldea
de Albakan, en las afueras de la ciudad de Trinkot, provincia de
Uruzgan.
Del otro lado, los talibanes acusaron a la OTAN y Estados Unidos
de emplear excusas artificiales para prolongar su ocupación de
Afganistán y de la carencia de una estrategia en la solución
política del conflicto.
Al comentar la conferencia de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN) en Chicago sobre Afganistán, los insurgentes
afirman que ellos "quieren obtener los derechos de la nación
musulmana por todos los medios como una fuerza responsable" mientras
el bloque da "un paso adelante y dos atrás".
En un comunicado insertado en su portal Web, el movimiento
rebelde asegura que la lucha armada solo terminará cuando los
afganos logren su independencia y un gobierno de su elección y que
los acuerdos impuestos y conferencias internacionales no son la
solución para el dilema afgano.
Los talibanes, núcleo central de la resistencia a la ocupación,
afirman que no tienen un programa dirigido a dañar a otros países ni
permitir que se haga desde suelo afgano, por lo cual carece de razón
el argumento de la OTAN y Estados Unidos de ocupar el país bajo el
pretexto de su propia seguridad.
La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la
ONU, bajo comando de la OTAN, compuesta por unos 120 mil militares
de casi 40 países, comenzó un calendario de reubicación que debe
finalizar en el 2014.
Después de esa fecha, esas tropas permanecerán en menor volumen,
según la reunión de la alianza atlántica en Chicago, para adiestrar
a las tropas afganas.
Precisamente, Washington y Kabul firmaron un pacto estratégico
mediante el cual el Pentágono pretende continuar con su presencia
militar más allá del 2024 en apoyo al gobierno afgano.
Además, los antigubernamentales se congratulan por el anuncio del
nuevo presidente de Francia, Francois Hollande, de retirar sus
tropas a finales de este año, e instan a los demás países a proceder
de igual forma.