Quizás
algunos hayan echado de menos a Ernán López Nussa en la gala de
premiaciones del Festival Internacional Cubadisco 2012, efectuada el
pasado fin de semana en el Teatro Karl Marx, donde fue reconocida la
impronta de ese inquieto genio creativo del jazz cubano, cuando se
entregó el gran premio del certamen a un original álbum que reúne
importantes etapas de su obra, el fonograma Veinte pianos.
Pero el hecho es que casi en ese mismo intervalo de tiempo, el
autor de El blues de Wendy ponía el punto final a una gira
junto a su grupo por la ciudad de Florencia, en Toscana que cerró,
ni más ni menos, que en la casa italiana del célebre músico inglés
Sting.
"Esta presentación fue muy especial, no solo por ser el último
día de este programa sino porque también ocurrió en la casa de Sting
y, para mayor sorpresa, él se sumó al trío para cantar Englishman
in New York", reveló Ernán por correo electrónico a este
redactor, antes de embarcarse en un largo viaje de regreso hacia La
Habana.
Para Ernán el encuentro con el legendario líder de The Police
resultó una emoción de alta intensidad que cobró relieve por partida
doble. Especialmente porque llegó acompañada de la noticia de su
lauro en el certamen más importante del disco cubano. "Veo este
disco como el comienzo de una nueva etapa en mi vida, más ligada al
magisterio, a la instrucción, al deseo ferviente de una mejor
comprensión, para todos, de la música, del arte, de la vida".
Fundador del grupo Afrocuba y autor de discos de largo alcance
como Habana Report, el instrumentista asegura sentirse
satisfecho con el resultado del fonograma, en el que comparte con
libertad un saber, un concepto y un enfoque muy personal sobre la
creación sonora, el mismo que ha defendido desde que comenzó a dar
sus primeros pasos de pianista en la arena de la música cubana.
"Estoy súper satisfecho. Esto ha sido la obra de mucha gente, sin
duda alguna. Todos los que participamos en el CD lo hicimos con la
misma fuerza y deseo de convertirlo en realidad", comentó.
En el álbum, publicado por la disquera Colibrí, participan 18
pianistas que retoman la obra de Ernán y la devuelven como un cosmos
creativo de posibilidades infinitas. El material contiene también un
pequeño libro con temas compuestos por el laureado pianista, para
niños y jóvenes y otras piezas de su repertorio destinadas
especialmente a los conservatorios de la Isla.
"El encuentro con los músicos fue espectacular. Fueron 18
pianistas talentosos, que grabaron uno detrás del otro. Ha sido, sin
dudas, uno de los disfrutes más grandes de mi vida", confesó.
Con la puesta en órbita del disco, Ernán dejó traslucir uno de
los rasgos principales de su personalidad creativa, reflejada
particularmente en su estrecha colaboración con las nuevas
generaciones de músicos cubanos. "Yo pienso que lo que se dedica al
desarrollo de los jóvenes, será siempre loable. Pero si todos los
que participan se empeñan en dar lo mejor de sí, no hay dudas de que
algún premio siempre se obtendrá".