El gobierno conservador español rechazó hoy una
propuesta de diálogo con ETA, lanzada por esa organización armada
vasca en un comunicado dirigido a la comunidad europea.
La única noticia que estamos esperando (de ETA) es
la de su disolución incondicional, precisó ante el Congreso de los
Diputados el ministro del Interior, Jorge Fernández.
Aludió así al anuncio del grupo separatista de que
designó una delegación para iniciar "un diálogo directo con los
Gobiernos de España y de Francia", de acuerdo con una nota enviada
este miércoles a una agencia de noticias internacional.
"La comunidad europea y el conjunto de sus
instituciones se encuentran ante un reto, que consiste en apoyar y
promover un proceso abierto con vista a una solución definitiva del
conflicto que persiste en el corazón de Europa", reza el texto.
En su documento, escrito en francés y fechado en
abril de 2012, ETA estima que el "hecho de postergar la solución no
beneficiará a nadie y, además de prolongar el sufrimiento, puede
engendrar un estancamiento peligroso".
Para entregar las armas no hace falta el diálogo,
solo voluntad para entregarlas, subrayó el titular del Interior,
tras aclarar que ETA ya no condiciona los pasos del Ejecutivo ni
tampoco nuestras vidas.
La administración del derechista Partido Popular
siempre juzgó insuficiente la declaración hecha por la organización
vasca el pasado 20 de octubre, cuando decretó un cese definitivo de
su actividad armada.
Fernández insistió en que Madrid no necesita
verificadores internacionales para comprobar que el grupo armado se
disuelve y entrega las armas, porque le basta con la Policía y la
Guardia Civil, enfatizó.
Hace 10 días, el Palacio de la Moncloa (sede del
poder central) rechazó la labor negociadora en ese diferendo de la
llamada Comisión Internacional de Verificación (CIV). A través de su
propio ministro del Interior, el Gobierno afirmó que no reconoce
"ninguna legitimidad" a la CIV, creada en septiembre de 2011 para
comprobar el alto el fuego decretado por la organización
separatista.
Euskadi Ta Askatasuna (ETA, Patria Vasca y Libertad,
en euskera) anunció en octubre que abandonaba de manera categórica
sus acciones armadas de medio siglo por la independencia del País
Vasco.
Entonces llamó entonces a las autoridades españolas
y francesas a abrir un proceso de diálogo directo, que tenga como
objetivo la resolución de las consecuencias del conflicto,
considerado la última confrontación armada en Europa.
El grupo separatista, que lleva desde agosto de 2009
sin cometer atentados en territorio español, no ha evocado, sin
embargo, la posibilidad de una disolución, informó PL.