España y Estados Unidos postergaron la firma del acuerdo que
permitirá albergar en la base de Rota, Cádiz, el componente naval
del escudo antimisiles de la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN), trascendió hoy aquí.
El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el presidente
norteamericano, Barack Obama, acordaron retrasar la rúbrica del
pacto, que estaba prevista durante la venidera cumbre de la OTAN en
la ciudad estadounidense de Chicago, precisó la agencia estatal de
noticias EFE.
Madrid y Washington iban aprovechar esa cita, los días 20 y 21 de
este mes, para oficializar el convenio bilateral, pero se optó por
hacerlo más adelante al estar aún en negociaciones los términos del
trato, según fuentes oficiales citadas por la misma fuente.
La razón de dicho aplazamiento es que aún se está discutiendo
cómo modificar el Convenio sobre Cooperación para la Defensa,
vigente desde 1988 entre ambos países, para adaptar al mismo la
cesión de la base de Rota, ubicada en la sureña ciudad andaluza de
Cádiz.
De acuerdo con EFE, los servicios jurídicos de los departamentos
de Estado y de Defensa (Pentágono) de Estados Unidos están
estudiando el texto remitido por el Gobierno español.
Aunque la Casa Blanca era reacia a cambiar el tratado bilateral
de 1988, el ejecutivo conservador de Rajoy sí lo consideró
pertinente, por lo que deberá ser refrendado por el Congreso de los
Diputados y el Senado, las dos cámaras de las Cortes Generales
(Parlamento).
Este hecho hará demorar varios meses la ratificación del pacto,
pero desde el Palacio de la Moncloa (sede del poder central)
aseguraron que nada hace presagiar posibles problemas para su
aprobación, al existir todavía margen de tiempo suficiente.
La controvertida participación de España en el sistema
antimisiles de la alianza atlántica fue aprobada en octubre de 2011
por el predecesor de Rajoy, el socialista José Luis Rodríguez
Zapatero, indicó Prensa Latina.
El despliegue en Rota de cuatro buques de guerra y mil 100
efectivos norteamericanos, que comenzará a principios de 2014, fue
rechazado por la coalición Izquierda Unida (IU), tercera fuerza
política en votos de esta nación europea.
Para el líder de IU, Cayo Lara, la intervención en esa doctrina
defensiva de la OTAN introduce de lleno a Madrid en la carrera
armamentista.
Lara aseguró que no se trata de un escudo protector, porque
España no tiene que protegerse de nadie, sino de un sistema ofensivo
para defender los intereses de Estados Unidos y sus ansias de tener
más bases en el norte de África.
Denunció que el pacto constituye una vulneración política, al
ignorar la voluntad reflejada en el referendo de la OTAN de 1986 el
cual estableció una reducción de las bases conjuntas y excluyó la
integración de España en la estructura militar de la alianza
atlántica.