Y no era para menos. Durante mucho tiempo ese territorio había
trabajado para merecer la categoría de Referencia Nacional, e
incluso, tenían a Emilio Rodríguez, el único productor de frutales
del país, cuya finca ostenta la Triple Corona, máximo galardón que
otorga este movimiento.
Pero como la falta de control siempre tiene un costo, por ahora
no pudo ser. Como reconoció la primera secretaria del Partido en el
territorio, Idania Rodríguez, esa visita constituyó una lección para
todos. La confianza en los hombres está muy relacionada con la
fiscalización de las tareas y la sistematicidad en el trabajo,
elementos que fallaron, y por ahí se ganaron la baja calificación.
Al respecto, la nueva delegada de la Agricultura en el municipio,
Milagros Brito, reconoce determinadas fallas encontradas en
organopónicos muy puntuales, como el del antiguo central Hermanos
Ameijeiras, donde hubo demoras injustificadas en la reposición de
los cultivos.
Otras irregularidades encontradas, según Jorge Luis Tartabull,
jefe del Grupo Provincial de la Agricultura Urbana en Villa Clara,
fueron el desabastecimiento de hortalizas al consumo social, en
especial, al Hogar de Ancianos del territorio, una deficiencia que,
de por sí, los invalidaba para alcanzar una mejor evaluación.
"No existe justificación alguna para que sucedan cosas como esa,
por problemas organizativos y falta de seguimiento", puntualiza
Tartabull, quien muestra su acuerdo en las fuertes medidas
disciplinarias tomadas por la dirección del Partido y el Gobierno en
Placetas con los infractores consistente en más de una docena de
demociones y cambio de la dirección del Grupo Municipal de la
Agricultura Urbana y Suburbana.
Vergüenza es la única palabra que cabe al escribir de Ángel
Domínguez y Antonio Gómez, los dos trabajadores del organopónico del
Hermanos Ameijeiras, quienes a pesar de frisar los 70 años, aún son
capaces de atender un total de 49 cámaras, en las que siempre pueden
verse sembrados más de doce productos.
En más de diez años de labor, nunca nos habían encontrado un
problema aquí, pero esta vez nos demoramos más de 72 horas en
plantar el nuevo cultivo y pagamos la novatada, algo que jamás
volverá a ocurrir, señala Antonio, el responsable del lugar.
Por su parte, Ángel, el de mayor edad, expresa "mire, aquí usted
puede ver remolacha, ajíes, lechuga, acelga, pepino, rábano,
plátano, ajo puerro, fresa y otros productos. Fíjese en la salud de
las plantas y la limpieza de las cámaras, esto siempre está así; si
no, pregúntele al pueblo que es el mejor testigo de lo que le estoy
diciendo".
Y como el mejor jurado es el pueblo, también visitamos el punto
de venta El Anón, ubicado en una céntrica calle de La Villa de los
Laureles, el cual mostraba muy buena salud, algo que al decir de
Aida Rodríguez, auxiliar de limpieza del hospital de la localidad,
no es casual.
En la pizarra podía observarse un listado de 17 productos, todos
a muy buenos precios. Tomate, por ejemplo, a 1,75 la libra; fruta
bomba a dos pesos; remolacha a tres pesos el mazo, lechuga a 1,50;
habichuela a dos, y así la mayoría de los precios.
Al indagar con el administrador del mercado, Alexis Marrero,
sobre el porqué de esta mejoría, nos explicó que han logrado este
nivel de abastecimiento y buenos precios, gracias a la vinculación
directa con huertos y fincas, quienes traen los productos frescos
todos los días, retribuyéndole el valor de la mercancía en un plazo
muy breve.
Claro, no todos los puntos de venta tienen esa situación; sin
embargo, lo más importante es que existen alternativas para todo
tipo de bolsillos.
Como expresara Santos Martín Alonso, del Grupo Municipal de la
Agricultura Urbana, por mucho que se haya trabajado en Placetas para
revertir la categoría de Regular, solo estarán satisfechos cuando
merezcan la mejor evaluación que puede darse, la del pueblo.