Así lo explica Ronald Boffil Peña, director de Seguridad e
Inspección Ferroviaria del Ministerio de Transporte, quien asegura
que la accidentalidad provocada por factores internos del
Ferrocarril (desperfectos en la vía, indisciplinas de las
tripulaciones y averías en los equipos ferroviarios) se ha reducido
en un 20 %.
El grave peligro que representan los animales sueltos en los
alrededores de los caminos de hierro, tema referido constantemente
en diversos medios de prensa, continúa aún sin resolverse, siendo
uno de los factores que más incide en la seguridad del movimiento de
los trenes.
Durante una reciente reunión de la Comisión Nacional de Seguridad
Vial, realizada en la capital, se analizaba el hecho de que aún
resultaban insuficientes y no del todo efectivas las acciones de
enfrentamiento del Ministerio de la Agricultura en cada territorio,
y que además persistían la inestabilidad en los operativos con
inspectores de ese organismo, del Transporte y del Interior, y la
falta de percepción del riesgo por parte de los propietarios, tanto
naturales como jurídicos.
El progresivo aumento de los atropellamientos de animales por
trenes es consecuencia directa de la situación anterior. Según
Boffil, en el 2010 ocurrieron 117 hechos por esta causa, 127 en el
2011, y en el primer trimestre de este año se produjeron 43. Si esta
cifra se mantiene como promedio, el 2012 podría acumular alrededor
de 170 incidentes. En este sentido, las provincias más afectadas son
Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Pinar del Río.
La preocupación consiste en que, al ir los trenes aumentando las
velocidades gracias al programa de recuperación, estos se harán más
propensos a los vuelcos y descarrilamientos producto de uno de esos
golpes, que tristemente pudieran provocar lamentables pérdidas;
incluso, para los propios propietarios de los animales.
No menos importante es el problema de los atropellamientos de
personas, cuyas cifras tendentes al incremento deben encender la
alarma en la población, sobre todo la de los pueblos más cercanos al
paso de los trenes. El funcionario refiere que en el 2011 sucedieron
47 sucesos de este tipo, con fallecimiento de la persona en 30 de
los casos; mientras que en el primer trimestre del año las víctimas
ascienden a 27, de las cuales diez han perdido la vida.
Entre las causas que provocaron tales hechos se encuentran
caminar con exceso de confianza por la vía férrea y hacerlo en
estado de embriaguez.
También constituyen sitios de colisiones los pasos a nivel
(cruces de caminos y vías férreas), principalmente en las zonas
rurales, pues muchos conductores de vehículo y peatones cruzan los
rieles de la línea aunque vean a un tren aproximarse, confiados en
que les dará tiempo.
"En nuestro país —señala el funcionario— ocurrieron en el primer
trimestre nueve afectaciones en estas intersecciones, que por suerte
no originaron ningún fallecido, pero sí dos heridos".
Como parte de las medidas preventivas para evitar tales hechos,
el Ministerio de Transporte trabaja en la protección de los pasos a
nivel con señales lumínico-acústicas y otras en las principales vías
del Ferrocarril. Sin embargo, estas acciones no disminuirán por sí
solas tales accidentes, perfectamente evitables. El apoyo de la
ciudadanía es pieza clave e indispensable para lograrlo.