PUERTO PRÍNCIPE, 11 mayo.— Unos 10 mil desplazados por el
terremoto de enero de 2010 en Haití sufrieron importantes pérdidas
materiales por las lluvias que afectan el país desde el pasado mes,
anunció hoy la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
La portavoz de esa dependencia de Naciones Unidas, Emmanuelle
Schneider, aseguró en entrevista con Télé Métropole que los mayores
daños se localizan en 48 campos, de los 600 existentes en el país.
El sismo de hace dos años dejó unos 300 mil muertos y más de
millón y medio de damnificados, de los cuales 400 mil viven aún en
frágiles carpas de lona.
Schneider indicó que la OCHA prepara un plan de contingencia ante
la venidera temporada ciclónica.
Al menos 16 personas murieron como consecuencia de las lluvias,
asociada a una vaguada en aguas del mar Caribe.
Según el Centro Nacional de Meteorología, los departamentos más
afectados fueron los del suroeste, principalmente Nippes, Grand Anse
y la región Oeste.
La falta de alcantarillados y drenajes convierte a los barrios
haitianos en auténticas lagunas cada vez que llueve y cuando las
aguas se vuelven persistentes, como en estos días, las inundaciones
alcanzan entre dos y tres metros de altura.
En la vecina República Dominicana, una persona murió al intentar
cruzar un río con el ganado y unas 11 mil 150 personas fueron
evacuadas, según el Centro de Operaciones de Emergencia.
A inicios del pasado mes, las lluvias dejaron otros seis
fallecidos, unos 700 desplazados y un centenar de viviendas
destruidas en la región norte de Haití.
La OCHA denunció a finales de marzo anterior que unos 65 mil
damnificados del terremoto de enero de 2010 están en peligro por las
precipitaciones y alertó además ante el peligro de que las aguas
provoquen un pico en la epidemia de cólera.
El Ministerio de Salud informó la víspera que desde el comienzo
de las lluvias a inicios de esta semana se reportan al menos 150
casos cada día.
Esa enfermedad, cuyo primer caso se registró en octubre de 2010,
costó la vida a más de siete mil personas y contagió a otras 500
mil, casi cinco por ciento de la población.