LA PAZ, 11 mayo.— El líder de la bancada del oficialista
Movimiento Al Socialismo (MAS) en la Cámara de Diputados, Roberto
Rojas, alertó hoy sobre una conspiración e intento de golpe de
Estado en Bolivia por parte de la oposición.
Rojas culpó de orquestar una conjura contra el presidente Evo
Morales al Movimiento Sin Miedo (MSM) y a Unidad Nacional (UN),
cuyos intereses, aseguró, se encuentran detrás de las marchas, las
huelgas y las protestas de los últimos días.
El diputado informó de un análisis realizado por la bancada del
MAS sobre la situación actual y enfatizó en que la novena marcha
convocada por la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente
Boliviano, las movilizaciones de la Central Obrera y el paro médico
forman parte de un complot.
Según Rojas, "son conspiraciones de parte del MSM y UN, partidos
de la derecha que quieren hacer un golpe de Estado a nuestro
Gobierno, al presidente Evo Morales".
Recordó las declaraciones de la diputada del MSM Marcela Revollo,
quien admitió el financiamiento de su partido a la novena marcha,
cuya consigna es la supuesta protección del Territorio Indígena y
Parque Nacional Isiboro-Sécure.
Revollo, según las autoridades bolivianas, reclamó protagonismo
en el financiamiento de la referida caminata de protesta, lo cual
corrobora al parecer una una grabación en la que solicitaba, de
manera clandestina, números de cuentas bancarias para realizar
depósitos.
El representante de la bancada del MAS fue crítico también ante
declaraciones recientes del líder de UN, Samuel Doria, quien sugirió
"colgar" al presidente Evo Morales, tal como se hizo con el
exmandatario Gualberto Villarroel (1944-1946).
Doria "ha hecho una declaración referida a que quieren colgar al
Presidente igual que a Villarroel, incluso ha mencionado que algunos
dirigentes de la ciudad de El Alto estarían pensando en colgar al
Presidente. Eso es una conspiración", insistió Rojas.
Por otra parte, el parlamentario del MAS recordó que el pliego
petitorio de la Central Obrera Boliviana no coincide con la realidad
del país, al insistir en un incremento salarial de hasta los ocho
mil bolivianos, unos mil 300 dólares.