Actualizado 12:05 p.m. hora local

Calma en Damasco sigue a trágica jornada

En medio de una tensa calma, la población capitalina acudió este viernes a los rezos de la religión musulmana con el temor de que nuevos atentados terroristas rompan la endeble paz reinante en el país.

Pero además de la habitual tranquilidad que se vive todos los viernes, menor trafico de vehículos y el cierre de la mayoría de los comercios, hay pocas personas en las calles, tal vez en previsión de cualquier atentado, pues estos días se antojan para ellos propicios para esas acciones, reporta Prensa Latina.

Mientras en el hospital de al-Moujtahed, en la ciudad de Damasco, varias víctimas se restablecen de las heridas causadas por el atentado de ayer que mató a 55 personas e hirió a más de 370, según partes oficiales.

Consultados por medios de prensa los afectados dijeron que los que cometen esos actos de terrorismo no tiene religión y no son seres humanos, sino herramientas que sirven a los mercenarios enemigos de Siria.

Imad Al-Gazali se recupera luego de que la segunda explosión le dislocó el hombro cuando estaba cerca de la zona devastada.

El joven de 20 años de edad Mohammad Kheir al-Hassan apuntó que se dirigía al trabajo cuando escuchó la primera explosión y con la detonación fue a dar al suelo cuando lo sorprendió la segunda y se sintió herido por la metralla en una mano.

Por su parte, Mohammad Abdel Rahman, que vive en al-Qazaz, zona donde ocurrió la tragedia, explicó que escuchó la primera explosión, salió de su casa para asegurarse de que sus primos y vecinos estaban bien, cuando una segunda bomba explotó, afectó el edificio de viviendas y sufrió heridas.

Otras de las víctimas, Ammar Ballol, recibió metralla en la espalda y recuerda que la explosión fue muy grande.

Muchas personas resultaron muertas o heridas por la segunda bomba cuando trataban de buscar información de hijos o familiares que se dirigían a las escuelas o centros de trabajo.

Según el Subdirector General del hospital al-Mowasat, Shadia al-Khudari, la mayoría de los lesionados con contusiones leves, heridas, lesiones neurológicas y los casos de crisis nerviosa, están en una situación estable.

Entre estos se encuentra, Abdel Monem Manssur, quien al escuchar el primer estallido salió corriendo a buscar a sus tres hijos que se encontraban en camino a la escuela al-Qazaz, cerca del lugar del atentado, y cuando llegó a la calle, la segunda explosión lo hirió levemente.

La mayoría de las personas consultadas por los medios de prensa condenaron este acto que calificaron de atroz y hacen hincapié en que no va a debilitar la determinación de los sirios, mientras afirman que, si es esa la democracia que quieren los enemigos del país, la rechazan.

Asimismo demandaron al gobierno mano dura contra los que cometen esos actos criminales que afectan a civiles inocentes.

 

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