NACIONES
UNIDAS.— Naciones Unidas y los gobiernos recibieron hoy un enérgico
reclamo a favor del reforzamiento de los derechos colectivos de los
pueblos indígenas como vía para enfrentar la violencia contra las
mujeres de esas comunidades.
El pedido fue hecho por la nicaragüense Mirna Cunningham,
expresidenta del Foro Permanente de la ONU para los Asuntos
Indígenas, que sesiona desde el lunes pasado en la sede de la
organización mundial.
Las agresiones contra las aborígenes son un problema
multifacético que sobrepasa los derechos humanos individuales y
parte de la falta de reconocimiento de los derechos colectivos,
afirmó la nativa miskita en conferencia de prensa.
Si estos últimos no son respetados, entonces aumentan las
vulnerabilidades de las mujeres indígenas, aseguró.
La experta explicó que ese grupo demográfico es víctima de
violencia proveniente de diferentes fuentes, entre ellas el hogar y
la comunidad, las instituciones estatales y la estructura de la
sociedad.
En el primer caso, la agresión obedece al papel tradicional que
se le ha impuesto a las féminas y a otras prácticas que están lejos
de los parámetros internacionales de derechos humanos, explicó.
Con respecto al plano institucional, Cunningham señaló la
legislación vigente y la aplicación de políticas públicas y
programas sin dimensión multicultural.
Entre los aspectos estructurales de la cuestión, la miskita
nicaragüense identificó a la militarización, la contaminación
ecológica y el impacto de la industria extractiva como causas que
incrementan la violencia contra las mujeres indígenas.
Precisó que frente a esa situación, el foro permanente elaboró
una serie de recomendaciones dirigidas a las organizaciones
indígenas, los gobiernos y las agencias de la ONU.
Dos de ellas son trabajar por el reforzamiento de los sistemas de
autogobierno de las comunidades indígenas para enfrentar el problema
y armonizar la administración de justicia con los estándares
internacionales de derechos humanos.
Y la más importante, favorecer una mayor participación de las
mujeres originarias en la elaboración de políticas, leyes y
estrategias, concluyó, informó PL.