BUENOS AIRES, 29 abril.— Carpetas con la leyenda estrictamente
secreto y confidencial, cassettes de video y de audio, fueron
encontrados durante un allanamiento en el domicilio del ex dictador
argentino Jorge Rafael Videla, revelaron hoy aquí fuentes
periodísticas.
El hallazgo se produjo el viernes último cuando efectivos de la
Policía de Seguridad Aeroportuaria entraron en la vivienda de Videla
por orden de la jueza federal de San Martín Alicia Vence, precisó el
diario Página 12.
Según la publicación, también requisaron documentos oficiales
secretos de la última dictadura como las llamadas Pautas de la Junta
Militar al Poder Ejecutivo Nacional para ejercicio de la acción de
gobierno.
El allanamiento de los domicilios de Videla, del ex ministro del
Interior Albano Harguindeguy y del ex comandante de Institutos
Militares de Campo de Mayo Santiago Omar Riveros fue realizado en el
marco de la causa Campo de Mayo (4012 03) y en respuesta a una
solicitud del abogado Pablo Llonto.
Llonto, quien representa a familiares de desaparecidos, pidió
además a la jueza que cite al periodista Ceferino Reato, autor del
libro Disposición Final, que recoge 20 horas de conversación con
Videla en la cárcel de Campo de Mayo.
A mediados de este mes se hicieron públicos aquí fragmentos de
esa obra, en los cuales el ex teniente general admitió por primera
vez que la dictadura militar entronizada en marzo de 1976 mató a
siete u ocho mil personas, una cifra que, dijo, no conformaba a
empresarios nacionales.
Desde su calabozo, el represor, de 86 años de edad, argumentó
sobre el genocidio que había que eliminar a un conjunto grande de
personas que no podían ser llevadas a la Justicia ni tampoco
fusiladas.
Cada desaparición puede ser entendida como el enmascaramiento, el
disimulo de una muerte, señaló con frialdad Videla, quien reconoció
que no había otra solución y era ése el precio a pagar para ganar la
guerra contra la subversión sin que fuera evidente para la sociedad.
Denunció asimismo, aunque sin mencionar nombres, a empresarios
nacionales, a quienes atribuyó recriminaciones respecto a que la
cifra de desaparecidos que organizaciones de derechos humanos fijan
en 30 mil- resultaba insuficiente.
Con relación a la frase que da título al libro, explicó que
"Solución Final (para referirse a los desaparecidos y asesinados)"
nunca se usó.
Disposición Final fue una frase más utilizada; son dos palabras
muy militares y significan sacar de servicio una cosa por
inservible. Cuando, por ejemplo, se habla de una ropa que ya no se
usa o no sirve porque está gastada, pasa a Disposición Final, dijo
Videla.