Alemania rechazó la posibilidad de negociar el pacto fiscal sobre
disciplina presupuestaria en Europa, ante los pedidos de impulsar el
crecimiento y disminuir la austeridad en medio del estancamiento
económico, informó Prensa Latina.
La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, afirmó que dicho
tratado firmado por 25 de los 27 países de la Unión Europea no se
puede volver a negociar, con lo cual respondió a los llamados de
varios líderes de la región alarmados por la crisis, en particular
en España.
Entre las voces que solicitan introducir cambios en el pacto
sobre disciplina presupuestaria está el candidato socialista a la
presidencia de Francia, Francois Hollande, quien pretende
renegociarlo para incluir un apartado sobre el crecimiento.
Hollande reavivó esta semana el debate sobre las recetas de
austeridad, impuestas por Alemania para salir de la crisis de la
deuda que desde hace más de dos años ahoga a las economías de la
zona euro.
Ante esa difícil situación son cada vez más los llamados a
reducir los recortes y priorizar el crecimiento, ante las cifras
recientemente publicadas sobre recesión y desempleo que se acumulan
en los países de la moneda única europea.
También el presidente del Banco Central Europeo, el italiano
Mario Draghi, pidió esta semana un pacto de crecimiento que
complemente al fiscal.
Mientras Hollande reiteró la necesidad de una tasa financiera que
impulse proyectos para generar empleos, un papel más significativo
del Banco de Inversiones Europeo y la utilización de fondos
estructurales no desembolsados.
Del lado opuesto, Alemania insistió en que la única vía para
salir de la crisis es reducir el déficit con reformas estructurales.
Frente a esa posición el presidente de la Comisión Europea, José
Manuel Barroso, y el primer ministro italiano, Mario Monti,
aseguraron en un comunicado conjunto que el crecimiento debe ser por
el alza de la productividad y no a través del incremento de la
deuda.
En tal sentido, el estadounidense premio Nobel de Economía,
Joseph Stiglitz, afirmó que Europa está en una situación extrema que
de centrarse en las medidas de austeridad puede conducirse
directamente al suicidio, pues nunca ningún programa de recortes ha
sido exitoso en los grandes países.