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Octubre de 1962: la mayor crisis de la era
nuclear (IV) ¡Manos a la obra!
RUBÉN G. JIMÉNEZ GÓMEZ (*)
El
10 de junio de 1962 comenzó la movilización de las tropas que ya
estaban designadas para integrar la Agrupación, así como los
preparativos para enviar a los puertos de embarque y trasladar a
Cuba al personal y al material de guerra. Por orden del ministro de
Defensa en la Dirección Principal de Operaciones del Estado Mayor
General (EMG) fue creada una sección especial para la Operación "Anadir",
la que estaba integrada por oficiales de las distintas dependencias.
En aquellos momentos las palabras que estaban a la orden del día
para todos los que participaban en la naciente Operación eran la
rapidez y el secreto.
Los militares soviéticos se enfrentaban a un reto grande: reunir
y preparar un contingente de más de 50 mil hombres, con las armas,
equipos, suministros y todo el apoyo necesario para una estancia
prolongada en el extranjero; encontrar los barcos mercantes para su
traslado, prepararlos, hacerlos a la mar y asegurarles una buena
recepción y las condiciones de trabajo mínimas a su llegada a Cuba.
Todo ello en una forma encubierta y ejecutándolo en unos cinco meses
a partir de aquel día.
Desde
ese momento el círculo de colaboradores se amplió a los diversos
servicios, pero aunque se informó a los más altos oficiales que la
Operación estaba relacionada con Cuba, solo unos pocos recibieron
datos precisos sobre la naturaleza exacta de la misión.
En breves plazos se elaboraron gráficos de estricto cumplimiento
para la preparación de las unidades para la marcha, su carga en los
medios ferroviarios, el traslado a los puertos designados, el
embarque y la salida al mar de los barcos mercantes. Todo ello con
plazos precisos de cumplimiento. Se señaló el día 12 de julio de
1962 como la fecha de salida del primer barco.
 Líneas
de alcance de los cohetes R-12 y R-14 emplazados en Cuba.
En aquel periodo se analizó cuidadosamente la decisión de incluir
armas nucleares tácticas como refuerzo de las unidades que se
enviarían a Cuba. Aunque estos armamentos no se encontraban entre
los que se asignaban a las fuerzas soviéticas estacionadas fuera de
la URSS, se estimó que las tropas en el Caribe, tan distantes de los
refuerzos, podrían necesitarlos en el campo de batalla. Así tenemos
que la presencia de los cohetes de alcance medio e intermedio
tendría el propósito de impedir una agresión estadounidense contra
Cuba, mientras que las armas nucleares tácticas se enviarían para el
caso de que la disuasión fallara, para ser utilizadas contra las
cabezas de playa donde estuvieran desembarcando los norteamericanos
y contra las concentraciones de buques de la flota invasora, es
decir, no fueron consideradas como armas disuasivas, sino de
combate, para asegurar que las tropas que se encontrarían en una
posición expuesta tendrían los medios más eficaces para luchar
contra un ataque. Cualquiera diría que no se tuvo en cuenta que su
utilización también podría ser el detonante de una escalada
incontrolada de acciones y reacciones que condujera a la guerra
nuclear, pues era impredecible lo que pudiera suceder si una de
aquellas cargas nucleares tácticas era disparada contra una
concentración de fuerzas que estuviera desembarcando y miles de
militares norteamericanos eran volatilizados en el fuego de los
átomos desintegrados. Era impredecible lo que pudiera suceder en ese
caso, pero pronosticable con un elevado porcentaje de certeza.
También se prestó atención al aseguramiento de retaguardia de la
Operación, pues habría que planificar y organizar en breves plazos,
bajo la dirección de la Jefatura de Retaguardia de las Fuerzas
Armadas, los aseguramientos material, de transporte, técnico,
médico, financiero y de otros tipos. Era necesario crear las
reservas de medios materiales, organizar el avituallamiento
corriente, crear nuevos almacenes, talleres, instituciones médicas y
otros órganos, así como completar la reserva intocable de la
Agrupación sobre la base de cálculo de un año de consumo.
Entre los problemas que requerían una atención de primer orden
estaban los relacionados con la organización de las transportaciones
ferroviarias y navales. De acuerdo con la idea del EMG era inminente
la transportación por ferrocarril hacia los puertos del total de
hombres de la Agrupación, más una inmensa cantidad de técnica y
armamento (cohetes, artillería, tanques, aviones, bombas,
proyectiles y municiones de todo tipo, alimentos, vestuario,
materiales de construcción y toda una relación prácticamente
interminable). Se requería una planificación cuidadosa de la
cantidad de vagones necesarios (de pasajeros, de carga cerrados y
plataformas, cisternas, refrigerados y de otros tipos especiales).
Un cálculo preliminar indicaba que se necesitarían unos 21 mil
vagones. Había que determinar las estaciones ferroviarias de carga y
descarga, las fechas y horas de llegada a las mismas, el gráfico de
expedición de los convoyes, los plazos de carga y descarga y otras
mil cuestiones.
El 11 de junio de 1962, en la oficina del primer sustituto del
Presidente del Consejo de Ministros de la URSS, Alexei Kosiguin, se
efectuó una reunión con la dirección de las Fuerzas Armadas, en la
que se examinaron las cuestiones relacionadas con el cumplimiento de
lo aprobado el día anterior para asegurar la planificación,
preparación y traslado de las tropas a Cuba: cuánto, qué, cuándo y
cómo era necesario trasladar, y para esto cuáles medidas había que
adoptar para garantizar el cumplimiento de la operación y el
carácter encubierto de las actividades.
Una misión de la mayor importancia y complejidad fue planteada a
la Marina Mercante. En la tarde del propio día 11, Alexei Kosiguin
le comunicó al ministro de Marina Mercante, Víctor Bakaev, que era
inminente una gran operación militar en Cuba, la que requeriría el
aseguramiento con barcos mercantes para la transportación de
personal y armamento. Le planteó la misión de confeccionar el plan
de traslado hacia la Isla. Había muy poco tiempo para ello, pues
debía presentarlo el 15, solo cuatro días después. Por si eso fuera
poco, le informó también que por razones de seguridad, en la
preparación del plan solamente podría participar un funcionario del
ministerio. Bakaev seleccionó a su sustituto, E. Karamzin, hombre de
gran experiencia y preparación que respondió a la confianza
depositada en él. Según los datos preliminares aportados por el EMG,
sería necesario transportar más de 50 mil pasajeros y 230 mil
toneladas de carga durante el periodo de julio a noviembre.
Karamzin realizó el trabajo en una oficina del EMG con un grupo
de especialistas militares. Allí puntualizaron los volúmenes, el
carácter y los plazos para los traslados de las cargas por mar, y
estudiaron la situación operativa existente en las rutas marítimas,
incluyendo las de Cuba, que en aquel periodo eran servidas por más
de 50 barcos. En total fue necesario emplear 85 embarcaciones que
realizaron 185 travesías. Pero en aquellos momentos muchos de ellos
se encontraban navegando por todos los océanos del mundo, por lo que
hubo que reunirlos en un breve plazo, prepararlos en la forma
adecuada teniendo en cuenta la naturaleza de las cargas y enviarlos
oportunamente a los puertos de embarque. Incluso resultó
imprescindible fletar algunos barcos de otros países para asumir
parte de las transportaciones que los barcos soviéticos
seleccionados tenían planificadas para los próximos meses.
Los barcos se concentraron en puertos soviéticos sin que nadie
supiera a ciencia cierta con qué objetivo se hacía. Al respecto
resulta característico el relato siguiente del capitán de la
motonave "Serguei Botkin": cuenta el capitán que habían llevado
carga a Indonesia y de allí se dirigieron a Singapur para
abastecerse de combustible y recoger caucho en puertos de Malasia
para transportarlo al Mar Negro. En Singapur recibió una
comunicación de la compañía naviera en la que le indicaban que no
tomara carga después de recibir el combustible y siguiera en lastre
hasta el Mar Negro. Al cumplir los requisitos aduaneros, un chino,
que era el agente local de la compañía naviera soviética,
constantemente se encogía de hombros, suspiraba y abría los brazos:
"No entiendo nada. Todos los barcos soviéticos se van a casa vacíos
y arrendamos barcos extranjeros para transportar sus cargamentos.
Las pérdidas son colosales". Pero el capitán no podía responderle,
estaba tan intrigado como el chino en cuestión.
Se intentó asegurar el carácter encubierto de los traslados
observando el gráfico regular de movimiento de trenes que estaba
previsto para la región occidental de la URSS, así como manteniendo
la intensidad planificada del movimiento de barcos hacia Cuba (lo
que no se pudo cumplir completamente debido al gran volumen de
cargas a trasladar y al reducido intervalo de tiempo disponible para
hacerlo).
DE LAS UNIDADES Y SU ARMAMENTO
El 13 de junio, el Ministro de Defensa firmó las directivas
dirigidas a los jefes de las Tropas Coheteriles Estratégicas, las
Fuerzas Aéreas, las Tropas de la Defensa Antiaérea, las Tropas
Terrestres y la Marina de Guerra. En ellas se exponían de forma
concreta las tareas fundamentales de cada Tipo de Fuerzas Armadas
durante el periodo de preparación para el cumplimiento de la misión
combativa, la composición numérica, los tipos de armamento y técnica
de combate, los plazos de preparación para el envío, el volumen de
abastecimiento técnico-material y otras medidas relacionadas con la
ejecución de la Operación "Anadir", especificándose que todas las
actividades se llevarían a cabo en total secreto.
Con el fin de garantizar el secreto, todas las disposiciones se
entregaban personalmente, utilizando emisarios entre el EMG y las
unidades y los puertos de embarque; se prohibió la utilización de
los medios de comunicaciones, y para el cumplimiento de las medidas
indicadas solo era admitido un círculo de personas estrictamente
limitado, los que eran prevenidos acerca del especial secreto del
trabajo que realizaban, limitándose al máximo las personas que
sabían el objetivo real de la operación; para el resto del personal
aquello era una maniobra estratégica para el traslado de tropas por
mar hacia regiones de clima muy frío en el norte lejano del país;
para el enmascaramiento operativo se hicieron participar medios de
radio que con sus transmisiones imitaron el despliegue de puntos de
dirección y la concentración de tropas en regiones falsas. Además,
en el último momento se entregaron a las tropas recomendaciones para
la explotación y conservación del armamento, la técnica y las
municiones en las condiciones del clima tropical, las que
desempeñaron un rol positivo, pero fueron insuficientes.
La selección del personal para el cumplimiento de la "comisión de
servicios especial", como se denominaba entonces a la misión
internacionalista en Cuba, se hizo sobre la base de exigencias
incrementadas que establecían severas limitaciones, en
correspondencia con una directiva especial del Ministerio de Defensa
y las exigencias del Comité de Seguridad del Estado (KGB), adjunto
al Consejo de Ministros de la URSS. Con esto se perseguía el
objetivo de que se enviaran a Cuba oficiales, sargentos y soldados
confiables, bien preparados en los aspectos moral, técnico-militar y
físico. Sin embargo, estas exigencias complicaron hasta el límite la
etapa preparatoria y en ocasiones, dañaron la preparación combativa.
En muchos estados mayores, unidades de combate y dotaciones fue
sustituido hasta el 35-55 % del personal(1), por
lo que hubo que prepararlos y cohesionarlos de nuevo para llevar la
preparación al menos hasta la evaluación de satisfactorio. Esta
situación afectó principalmente a las dotaciones de cohetes
estratégicos y antiaéreos, unidades radiotécnicas y cohetes de
defensa costera, entre otras, por lo que en ocasiones hubo que
entrenarlas con urgencia al llegar a Cuba, cuando debían haber
estado en máxima disposición combativa.
La composición de las tropas y los tipos de armamento fueron los
siguientes.
Tropas
Coheteriles Estratégicas
Una división coheteril equipada con cohetes nucleares de alcance
medio e intermedio. La división fue estructurada con regimientos y
bases técnicas pertenecientes a los ejércitos coheteriles de
Vinnitsa (Ucrania) y Smolensk (República Federativa Soviética de
Rusia), mientras que el estado mayor correspondía a la División
Romenskaya del ejército de Smolensk, condecorada con las órdenes de
"Suvorov" y "Kutuzov"; estaba compuesta por cinco regimientos, tres
equipados con cohetes de alcance medio del tipo R-12 (SS-4 según la
denominación de la OTAN) y dos con cohetes de alcance intermedio
R-14 (SS-5). Cada regimiento se encontraba organizado en dos grupos
de combate, los que poseían una batería radiotécnica y cuatro rampas
de lanzamiento. Para cada regimiento había una base técnica
coheteril, cuya misión fundamental consistía en garantizar la
correcta explotación de las cabezas de combate nucleares de los
cohetes, el aseguramiento de las condiciones establecidas de
conservación, su mantenimiento y la realización de las
comprobaciones periódicas de las mismas. La división fue reforzada
con una base móvil de reparaciones, un batallón de zapadores y un
grupo de artillería antiaérea de 100 mm. La división estaba
integrada por aproximadamente 11 mil efectivos, de los cuales 1 900
eran oficiales. Su jefe era el mayor general Igor Statsenko.
En total la división coheteril estratégica tenía 40 rampas de
lanzamiento (RL), 24 de ellas para cohetes de alcance medio R-12 y
16 para los cohetes de alcance intermedio R-14. El módulo de cohetes
era de 36 cohetes R-12 y 24 del tipo R-14, a razón de un cohete por
rampa y uno de reserva para dos rampas de lanzamiento. Los
regimientos equipados con cohetes R-12 tenían un cohete de
instrucción para cada grupo de combate, para un total de seis
cohetes de instrucción.
Los cohetes R-12 podían batir blancos que se encontraran a
distancias de 700 a 2 100 kilómetros; para cada grupo de combate se
establecía la dirección principal de lanzamiento, y los blancos a
batir se podían encontrar ubicados por acimut hasta 13 grados a la
izquierda y 23 grados a la derecha de esa dirección principal, lo
que se debía a condiciones técnicas relacionadas con la existencia
de una batería radiotécnica para las cuatro rampas de lanzamiento de
cada grupo de combate. Uno de estos grupos había participado en las
maniobras experimentales del año 1961, en las que había efectuado el
primer lanzamiento, en el polígono de Novaya Ziemlia, de un cohete
R-12 con cabeza nuclear de combate desde una posición de campaña.
Igualmente, una de las brigadas de ensamblaje de las bases técnicas
coheteriles fue la que preparó la carga nuclear de combate para ese
cohete. Además, todas las dotaciones de los regimientos y bases
técnicas tenían experiencia en la preparación y realización de
lanzamientos con cohetes de instrucción, adquirida en el polígono de
Kapustin Yar. Los cohetes R-12 tenían una longitud y diámetro de
22,1 y 1,65 metros respectivamente, por lo que difícilmente podrían
confundirse con las palmas. La potencia de la carga nuclear de un
cohete R-12 era de un megatón, es decir, 77 veces más poderosa que
la bomba que arrasó a Hiroshima.
En los emplazamientos los cohetes habitualmente no se encuentran
en posición vertical en las rampas de lanzamiento, están en posición
horizontal sobre carretillas tecnológicas especiales, ubicados en
lugares protegidos cercanos a las RL; las cabezas de combate
nucleares no están instaladas en ellos por razones de seguridad y
porque las mismas requieren de condiciones especiales de
conservación; si los cohetes son de combustible líquido no se
encuentran abastecidos con sus componentes: el combustible
propiamente dicho y el oxidante, pues estos son muy agresivos,
especialmente el oxidante, y a partir del momento en que el cohete
es abastecido por primera vez se limita considerablemente su plazo
de vida útil, como consecuencia del desarrollo del proceso de
corrosión en los tanques, por esta causa los cohetes solamente son
abastecidos en los minutos precedentes al lanzamiento. Si la carga
nuclear se encontrara en el refugio preparado especialmente para
ellas en el emplazamiento del grupo de combate, el plazo de tiempo
necesario entre la recepción de la orden de lanzamiento y el momento
en que este puede ser efectuado era de dos horas y treinta minutos
para los cohetes R-12; este tiempo se desglosaba en dos horas y diez
minutos para trasladar la carga hasta el cohete, acoplarla y
colocarlo en posición vertical en la RL, más veinte minutos para
introducir la tarea de vuelo hasta el blanco designado y abastecerlo
con combustible.
Los cohetes de alcance intermedio R-14 podían batir blancos a las
distancias de 1 900 a 4 500 kilómetros, tenían una longitud y
diámetro de 24,4 y 2,4 metros, por lo que la probabilidad de que
pudieran ser confundidos con palmas era aun menor. La potencia de la
carga nuclear de los R-14 era de 1,65 megatones (2),
es decir, 127 veces más potente que la bomba de Hiroshima.
Con los cohetes R-12 y R-14 emplazados en Cuba se podían batir
blancos en toda la profundidad del territorio continental de los
Estados Unidos. La misión de la división coheteril consistía en
poner las unidades en disposición combativa en los plazos
establecidos y estar lista para atacar los blancos importantes
asignados en territorio de los Estados Unidos, lo que solo se haría
en caso de recibir la orden expresa de Moscú al iniciarse la guerra.
Fuerza Aérea
Estaba integrada por un escuadrón de bombarderos ligeros, un
regimiento de helicópteros y dos regimientos de cohetes alados
tácticos.
El escuadrón de bombarderos ligeros tenía 11 aviones IL-28, seis
de ellos especialmente equipados para transportar bombas nucleares,
y se enviaron a Cuba seis bombas nucleares de seis kilotones de
potencia (0,45 de la bomba de Hiroshima). Esta carga útil podía ser
transportada a una distancia de 200 millas (según la inteligencia
norteamericana esa distancia era de 750 millas). Este era un avión
obsoleto, de poca velocidad, bajo techo de vuelo y poca
maniobrabilidad, que podía ser empleado, según los soviéticos, para
la defensa costera, bajo la protección de la defensa antiaérea de
las fuerzas propias, mas no podía cumplir misiones de bombardeo a
gran distancia, debido a su vulnerabilidad. Ya habían sido retirados
del armamento casi por completo.
El regimiento de helicópteros contaba con 33 máquinas del tipo
MI-4 que estaban destinadas para la evacuación de heridos y
enfermos, para realizar la exploración y para el traslado de
personal y cargas de poco peso.
Los cohetes alados tácticos tierra-tierra eran del tipo FKR-1.
Cada regimiento estaba integrado por dos grupos de combate y una
batería técnica. El grupo de combate tenía dos baterías de dirección
y cuatro rampas de lanzamiento. En total los dos regimientos
contaban con 16 rampas y cinco cohetes cada una, para un total de 80
cohetes. Su alcance era de 150 kilómetros y la altura de vuelo podía
variar de 300 metros a más de dos kilómetros, la que se regulaba en
dependencia del relieve del terreno, tratando siempre de que el
vuelo se realizara a la altura menor posible, para dificultar su
localización y destrucción. Su velocidad de vuelo era de 0,8-0,9
Match. El blanco terrestre no se localizaba, se determinaba su
posición por métodos geodésicos; la dirección del cohete consistía
en establecer el acimut de vuelo hacia el blanco y señalarlo con el
haz irradiado por la estación de dirección; el cohete volaba
siguiendo esa dirección por el método de las señales de igual
amplitud. El vuelo era recto y nivelado hasta el inicio de la picada
sobre el blanco, no realizaba maniobras ni creaba interferencias
para su protección durante el vuelo, por lo que podía ser derribado
por una buena defensa antiaérea. La estación de dirección enviaba un
mando de radio al cohete para iniciar la picada. La exactitud del
tiro era elevada; en los tiros realizados en Cuba posteriormente el
error no fue mayor de unas pocas decenas de metros. El peso de la
carga de combate era de alrededor de una tonelada; con la carga
convencional los fragmentos eran peligrosos hasta varios cientos de
metros, pero resultaba poco efectivo el empleo de este cohete; otra
cosa sería con las cargas nucleares de 5-12 kilotones (0,4-0,9 de la
bomba de Hiroshima).
Los soviéticos enviaron a Cuba 80 cargas nucleares para los FKR,
o sea, que había una carga convencional y una nuclear para cada
cohete. Generalmente, los grupos de combate se encontraban en un
lugar de ubicación permanente y tenían varias posiciones de
lanzamiento preparadas. Si la distancia de maniobra no era muy
grande (de varias decenas de kilómetros), esta se hacía con los
cohetes equipados y abastecidos sobre las rampas de lanzamiento (RL),
y estaban listos para el tiro en un plazo de aproximadamente una
hora después de llegar a la posición; si la distancia de maniobra
era grande los cohetes se llevaban en sus contenedores, sin estar
equipados y abastecidos, en este caso el plazo para estar listos
para el tiro era de varias horas. El cohete estaba construido sobre
la base de un MIG-15 modificado y tenía un motor reactivo a pólvora
para despegar de la rampa.
Tropas de la
Defensa Antiaérea
Estaban integradas por dos divisiones coheteriles antiaéreas y un
regimiento aéreo de cazainterceptores.
Las divisiones coheteriles antiaéreas procedían de la región del
Volga y cada una de ellas estaba integrada por tres regimientos con
cuatro grupos coheteriles SA-75 y un grupo técnico. Con este tipo de
cohetes se podían derribar los aviones enemigos hasta una distancia
de 34 kilómetros, si volaban con alturas no mayores de 27
kilómetros. En distintas obras se ha planteado que estos cohetes
presentaban una seria limitación, consistente en que no podían
disparar contra aviones que volaran a alturas menores de un
kilómetro. En honor a la verdad tenemos que decir que esta
afirmación no es correcta, la situación no era así... ¡era peor!,
pues en realidad no podían disparar contra aviones que volaran a
alturas menores de ¡DOS kilómetros! La efectividad del tiro contra
aviones en alturas superiores era muy elevada, del orden de los 0,9
y más, es decir, teóricamente podían derribarse nueve de cada diez
aviones a los que se les disparara.
La limitación del tiro por debajo de los dos kilómetros de altura
se podía compensar formando agrupaciones coheteriles mixtas,
integradas por grupos coheteriles SA-75 y otros grupos especiales
para el tiro en bajas alturas. En aquella época ya los soviéticos
tenían cohetes de bajas alturas, por ejemplo, los complejos S-125,
que se habían comenzado a fabricar en 1960, y no está claro por qué
no hicieron una agrupación mixta. Una causa podría ser que en
aquellos tiempos fuera pequeña aún la cantidad de complejos de bajas
alturas y no se decidieran a enviar una parte fuera de la URSS,
porque ocupaban posiciones clave en la defensa antiaérea del país.
Otra forma de compensar la limitación del tiro a bajas alturas de
los complejos SA-75 era empleando abundante artillería antiaérea de
tiro rápido, con el objetivo de obligar a elevar la altura de vuelo
de los aviones, pero la artillería antiaérea de la Agrupación de
Tropas Soviéticas era ínfima, por lo que se puede concluir que su
defensa antiaérea resultaba bastante débil. La causa es inexplicable
hasta ahora.
En total los soviéticos trasladaron a Cuba 24 grupos coheteriles
antiaéreos, cada uno de los cuales tenía seis rampas de lanzamiento,
lo que hace un total de 144 RL. Habitualmente, para cumplir una
misión por tiempo prolongado se asignaban dos módulos de cohetes
para cada grupo coheteril. Un módulo era de 12 cohetes para un
grupo, por lo que suponemos que se trasladó a Cuba una cantidad no
menor de 576 cohetes antiaéreos para los complejos SA-75. Estos
cohetes también eran de combustible líquido, y su vida útil se
limitaba, al igual que en los cohetes de alcance medio, después de
ser abastecidos por primera vez, principalmente a consecuencia de la
agresividad del oxidante que corroía las paredes interiores del
tanque del cohete. A modo de ejemplo podemos citar que la vida útil
de un cohete antiaéreo SA-75, es decir, el plazo de tiempo en que el
mismo puede ser explotado con seguridad, era de diez años en aquella
época, pero esta se limitaba a solo dos años a partir del momento
que fuera abastecido con oxidante por primera vez, aunque después
ese líquido fuera evacuado y se neutralizara el tanque del cohete.
Cada división coheteril antiaérea contaba además con un batallón
radiotécnico, equipado con radares de distintos tipos, mediante los
cuales eran localizados los blancos aéreos y se transmitían sus
trayectorias de vuelo y características a las demás unidades.
El regimiento aéreo de caza estaba equipado con cuarenta aviones
MIG-21 F13, destinados para la intercepción de las aeronaves
enemigas. Estos eran aviones modernos para la época, con
características de vuelo de primera línea y armamento para el
combate aéreo. Debían garantizar la lucha contra los aviones
enemigos en cooperación con los grupos coheteriles antiaéreos y
fundamentalmente en las zonas no protegidas por estos. El regimiento
procedía de Kubinka, en la región de Moscú.
Tropas
Terrestres
Estaban integradas por cuatro regimientos de infantería
motorizada que pertenecían a la región de Leningrado. Los
regimientos estaban reforzados con batallones de tanques y tres de
ellos contaban además con grupos de cohetes tácticos "Luna" de la
región de Kiev. Cada regimiento tenía 2 500 hombres y estaba
equipado con 31 tanques T-55, tres tanques anfibios PT-76, diez
cañones autopropulsados SAU-100, diez carros blindados de
reconocimiento, nueve morteros de 120 mm, nueve instalaciones de
cohetes dirigidos antitanque, seis obuses de 122 mm, sesenta carros
blindados para el transporte de tropas y baterías de artillería
antiaérea de 57 mm con equipo de dirección del fuego. Los cohetes
tácticos "Luna" eran balísticos y se utilizaban contra blancos
terrestres, estaban autopropulsados sobre la base del tanque PT-76;
su alcance era de 40-55 km. Cada grupo contaba con dos rampas de
lanzamiento móviles y fueron enviados a Cuba 36 cohetes, 24 con
cargas convencionales y 12 con cabezas de combate nucleares de tres
kilotones, es decir, tenían una potencia igual a 0,23 de la bomba de
Hiroshima (3). La misión fundamental de los
regimientos de infantería motorizada consistía en proteger las
unidades coheteriles y otras unidades de la Agrupación, así como al
estado mayor de la misma, y cooperar con las FAR para aniquilar los
desembarcos navales y aéreos del enemigo en caso de producirse.
Marina de
Guerra
Estaba compuesta por una escuadra de buques de superficie
integrada por dos cruceros, dos destructores portacohetes y dos
destructores regulares (4); una división de siete
submarinos de ataque portacohetes, cada uno con tres cohetes R-13 de
540 kilómetros de alcance y cabeza de combate nuclear, cuatro
torpedos con carga nuclear y torpedos con carga convencional; una
brigada de cuatro submarinos regulares con torpedos de carga nuclear
y convencional; una brigada de doce lanchas coheteras, cada lancha
con dos cohetes de carga convencional y cuarenta kilómetros de
alcance; un regimiento de bombarderos ligeros IL-28 equipados con
minas y torpedos y un regimiento de cohetes alados de defensa
costera tipo "Sopka", para ser utilizados contra barcos de
superficie; el alcance de estos cohetes era de ochenta kilómetros y
llevaban cargas de combate convencionales, aunque existen
testimonios de algunos oficiales soviéticos de que para ellos se
llevaron varias cabezas de combate nucleares, sin precisar su
cantidad y potencia (5).
Los cohetes del complejo "Sopka" volaban a 300 metros de altura
para dificultar su localización, pues podían ser derribados por los
medios de defensa antiaérea. El regimiento radicaba en Poti, en el
Mar Negro, y contaba con cuatro grupos de combate con dos rampas de
lanzamiento cada uno; dos de los grupos de combate procedían de la
región del Báltico. En total llegaron a Cuba 34 cohetes de este
tipo, que empleaban un sistema de radiocorrección a distancia para
la dirección del vuelo; este sistema se desconectaba al encontrarse
el cohete a siete kilómetros del blanco, cuando comenzaba a
funcionar una cabeza activa de radiolocalización para la
autoconducción, instalada a bordo del cohete. Estaban construidos
sobre la base de un MIG-15 modificado, tenían gran precisión de
impacto y se consideraba que dos cohetes bastaban para hundir un
blanco del tipo crucero, siendo necesario un solo cohete para
embarcaciones de menores dimensiones.
Antes de pasar a otro aspecto, quisiera señalar que si las tropas
soviéticas en Cuba hubieran tenido que defender los cohetes
estratégicos y a sí mismas contra una invasión, sería difícil creer
que se hubieran abstenido de emplear cualquiera de sus armas,
combatiendo con una mano atada a la espalda, especialmente en las
situaciones desesperadas que pudieran presentarse.
Estas eran, a rasgos generales, las unidades de la Agrupación de
Tropas Soviéticas que debían cooperar con las Fuerzas Armadas
Revolucionarias para la defensa del país en caso de una agresión.
OTROS ASPECTOS DE LA PREPARACIÓN
Los órganos de retaguardia soviéticos se enfrentaban a una misión
extraordinariamente voluminosa, por ejemplo, en las indicaciones del
ministro de Defensa al jefe de Retaguardia de las Fuerzas Armadas de
la URSS, mariscal de la Unión Soviética Bagramian, del 15 de junio
de 1962, se ordenó, entre otras cosas, el envío a Cuba de: 31 mil
380 toneladas de combustible de los distintos tipos, 6 500 toneladas
de víveres y 18 mil toneladas de productos de conservación
prolongada, 5 000 tiendas de campaña, 215 vagones de municiones
diversas, 11 vagones de piezas de repuesto para distintos equipos y
40 vagones de bombas de aviación. Además se ordenaba llevar a los
puertos de embarque módulos de ropas de civil y entregarlos a los
más de 50 mil efectivos que marchaban a Cuba.
Durante el periodo del 15 de junio al 15 de septiembre distintas
fábricas confeccionaron contenedores navales especiales para la
transportación de aviones de diversas características, helicópteros
y cohetes alados tácticos y de defensa costera.
Para los complejos coheteriles de alcance medio R-12 se
confeccionaron plazoletas de lanzamiento de hormigón, así como
elementos desmontables de este material para confeccionar refugios y
depósitos en las posiciones de los grupos de combate, lo que
permitiría equipar la posición de lanzamiento en el transcurso de
varios días.
Para los complejos coheteriles de alcance intermedio R-14, que
tenían un sistema de posiciones de lanzamiento más complejo, estaba
prevista su construcción en el lugar por especialistas constructores
pertenecientes al Comité Estatal del Consejo de Ministros de la URSS
para la Técnica de Defensa y la Radioelectrónica.
Una muestra del volumen de trabajo realizado por el estado mayor
de las Tropas Coheteriles Estratégicas es la siguiente: durante la
etapa preparatoria de la operación se realizaron cerca de 450 viajes
de generales y otros oficiales del aparato central a las tropas.
El 20 de junio, el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de
la URSS aprobó la composición definitiva de la Agrupación de Tropas
Soviéticas (ATS) que participaría en la Operación "Anadir".
(Continuará... )
(*) Teniente coronel (r) y fundador de las Tropas
Coheteriles
1 Al borde del abismo... Ob. Cit. p. 61.
2 Diez Acosta, Tomás: Peligros y... Ob. Cit. p. 100.
3 Lechuga, Carlos: En el ojo de la tormenta. SI-MAR S. A.
La Habana, Cuba, 1995, p. 89.
4 Gribkov, Anatoli y Smith, William: Operación AÑADIR.
Generales estadounidenses y soviéticos relatan la crisis de los
cohetes en Cuba. Editado por Alfred Friendly, hijo. Edition q, inc.
Chicago, Berlín, Tokio y Moscú.
5 Diez Acosta, Tomás: Peligros y... Ob. Cit. p. 101. |
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