Una experiencia con sabor a fresa

SHEYLA DELGADO GUERRA

Originaria de América, la fresa contiene un elevado valor nutricional, y es además un fruto rico en vitaminas C y P (esta última conocida también como bioflavonoides, que protege la circulación sanguínea y el colágeno, y coadyuva a la absorción de la vitamina C).

Foto: Maribel RamírezLa unidad de cultivo semiprotegido de la Empresa de Cultivos Varios Horquita, en el cienfueguero municipio de Abreus, muestra un trabajo sostenido en la plantación de la fresa.

Si bien este cultivo se introdujo en la Isla en los umbrales del siglo XX en la otrora Estación Experimental Agronómica, de Santiago de las Vegas, hoy Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical (INIFAT), fue en el espirituano territorio de Banao donde comenzó a desarrollarse con mayor fuerza durante los años sesenta del pasado siglo, y más tarde se extendió la experiencia a diversas zonas de la actual provincia de Artemisa, especialmente a Ceiba del Agua, Bauta, Caimito y San Antonio de los Baños.

En entrevista con Granma, el doctor Adolfo Rodríguez Nodals —jefe del Grupo Nacional de la Agricultura Urbana y Suburbana, y director del INIFAT— explicó que desde hace tres años el Programa de la Agricultura Urbana ha retomado el trabajo que se venía realizando en la plantación de la fresa, con el desarrollo principalmente de dos variantes: la del llamado "cultivo familiar", mediante técnicas de permacultura (siembra en macetas), y en mayor medida, la de canteros enriquecidos con abonos orgánicos, a través de la tecnología de la organoponía semiprotegida.

"Hoy existen en el país más de 500 canteros plantados de fresa y las provincias con mejores resultados son Cienfuegos, Artemisa, Matanzas y Pinar del Río", comentó Rodríguez Nodals y significó, además, el hecho de que todas las provincias y el Municipio Especial Isla de la Juventud hayan iniciado su cultivo.

Las variedades más empleadas en el país son la Misionaria, la Chandler, la Oso grande y, con incursión más reciente, la Albión, precisó el directivo, quien aseveró también que existe un acuerdo entre el INIFAT y el Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical (IIFT), para que este último aporte 20 mil estolones (vástago que nace de la base del tallo y hecha raíces que dan lugar a nuevas plantas) de diferentes variedades al Programa de la Agricultura Urbana, mientras la tecnología a aplicar será la desarrollada por el INIFAT para el cultivo semiprotegido: libre de fertilizantes y plaguicidas químicos, utilizando sustratos enriquecidos con materia orgánica, y en caso de que sea necesario, se admitirá el uso de los llamados fungicidas "amigables" con el ambiente, como los derivados del cobre y la cal, sobre todo hidrato de cal.

Es una experiencia, no una solución a gran escala, pero muestra que se puede consolidar si se atiende bien.

 

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