NACIONES UNIDAS, 25 abril.—. Venezuela subrayó hoy ante el
Consejo de Seguridad que la promulgación y ejecución de medidas para
la seguridad de las fronteras son competencia de los Estados
soberanos.
Y en esa materia hay que respetar los principios de igualdad
soberana, independencia política, integridad territorial y no
injerencia en los asuntos internos, precisó el representante
permanente de Venezuela ante la ONU, Jorge Valero.
El Embajador intervino este miércoles en un debate del Consejo de
Seguridad sobre el tema Seguridad de las fronteras frente a los
flujos ilícitos, convocado por la delegación de Estados Unidos, país
que este mes ostenta la presidencia de ese órgano de 15 miembros.
El diplomático advirtió que el asunto no forma parte de la agenda
de ese cuerpo y rechazó su pretensión de avanzar en lo que llamó
securitización (absorber las cuestiones de la seguridad) de la
agenda de la ONU y de usurpar competencias de otros órganos del
sistema.
Opinó que para enfrentar las consecuencias de los flujos ilícitos
fronterizos basta con poner coto a la voracidad del neoliberalismo y
sus transnacionales, a las políticas imperialistas y colonialistas
que causan pobreza e injusticia y a las inequidades económicas,
políticas y sociales en el mundo.
No puede ocultarse que el sistema capitalista mundial, consumista
y especulativo, que castiga a los pobres y vulnerables del mundo y
alienta la desenfrenada búsqueda de súbitas e inmorales ganancias
monetarias, está en la raíz de esos ilícitos fronterizos, aseveró.
Valero agregó que el capitalismo salvaje, inhumano y depredador
de la naturaleza es el fundamento sistémico de los delitos
transnacionales.
Un sistema que exacerba la acumulación de capital sin
consideraciones éticas de ningún tipo es el caldo de cultivo para la
realización de esos delitos, añadió. Dijo que, en ocasiones, los
organismos de seguridad de potencias imperialistas defienden,
protegen y financian a importantes capos, terroristas y delincuentes
vinculados a delitos trasnacionales para promover sus agendas
subversivas contra naciones soberanas.
Y puntualizó que la transferencia ilícita a sectores subversivos
y a grupos irregulares armados que amenazan la paz y estabilidad de
gobiernos legítimos trae como consecuencia la proliferación de armas
ilegales en las regiones y desestabiliza a países vecinos.
Valero alertó sobre el intento de abordar el concepto de flujos
ilícitos a partir de categorías muy disímiles y diferenciadas.
Entre ellas mencionó la transferencia de drogas, artículos de
contrabando, elementos terroristas y sus fondos, materiales
relacionados con armas ligeras y de destrucción masiva, minerales
procedentes de zonas de conflicto y personas objeto de trata.
Debe subrayarse que no todos los ilícitos transfronterizos
constituyen amenazas a la paz y seguridad internacionales, subrayó,
y reclamó que cada asunto reciba un tratamiento distinto y
específico, en el marco de las políticas y leyes nacionales.