Así lo indican no solo las 17 toneladas que hasta la fecha se
alcanzan por encima del plan, sino además el completamiento de la
fuerza de trabajo y la garantía de insumos, dos elementos clave para
poder estabilizar el aprovechamiento de este importante recurso
forestal.
De esta manera la extracción de resina continúa la tendencia al
crecimiento iniciada el año pasado, cuando, con 419 toneladas, se
logró duplicar la cifra obtenida en el 2010.
"Fue la mayor producción de los últimos ocho años", explica
Arturo Forteza, director del Grupo Empresarial de Agricultura de
Montaña (GEAM), quien afirma que ello responde a una estrategia para
reanimar este valioso renglón exportable.
"Estamos llevando un chequeo sistemático de los recursos
necesarios para asegurar la actividad, con el objetivo de que no
suceda como en otros momentos, en que se ha estabilizado la
producción y luego ha decaído porque han fallado los insumos
(básicamente las cuchillas para perforar los árboles y los envases),
y ello ha traído como consecuencia la pérdida de la fuerza de
trabajo y el incumplimiento de los planes".
Con múltiples aplicaciones en la industria química, para la
fabricación de neumáticos, papel, jabones, cosméticos, pinturas,
barnices, entre muchos otros artículos, la extracción de resina
incrementa significativamente el valor de los bosques de pinos, dado
que el precio de la tonelada supera en la actualidad los 600 dólares
en el mercado internacional.
No obstante, los especialitas señalan que su aprovechamiento aún
es bajo. "Hay un porcentaje elevado de pinos que van a los aserríos
sin haberse resinado", confirma el director del Grupo.
Según los estudios realizados, el potencial de Pinar del Río
serían de unas 3 000 toneladas anuales, pero los planes están muy
por debajo de esta cifra.
Aunque en otro momento la producción de resina se ha llevado a
cabo en varias provincias de Cuba, hoy solo tiene lugar en áreas
forestales de Vueltabajo.