Con estos truenos ¿crecerán bosques?
GERMÁN VELOZ PLACENCIA
Las prolongadas sequías, los suelos de poca calidad y la mala
selección de especies para cada entorno, amenazan y entorpecen
seriamente proyectos y planes de crecimiento de áreas forestales en
la provincia de Holguín, una de las de mayor índice boscoso del
país.
Colina
de los alrededores de la ciudad de Holguín: sembrar sin tener en
cuenta las características del ecosistema es uno de los motivos de
su lenta reforestación.
Así piensan directivos de la Empresa Forestal Holguín, que posee
un patrimonio de más de 94 000 hectáreas distribuidas en nueve de
los 14 municipios del territorio.
En tan amplio espacio sobresalen cerca de 9 200 hectáreas de
bosques plantados por la mano humana. De no ser por las adversidades
enumeradas, junto a la falta de medios técnicos para preparar las
tierras, el área sería mayor, consideran los mismos funcionarios.
"Tenemos una franja de tierra a lo largo de los municipios de
Calixto García, Holguín, Freyre y Báguano donde predomina la
serpentina, o sea, es poca su capa vegetal. Además, años atrás
empleábamos maquinaria para el desbroce y otras labores, pero los
equipos que teníamos se deterioraron con el paso del tiempo. En la
actualidad nuestras brigadas trabajan con picos y otros instrumentos
manuales", expone Sara Garayalde Aguilera, directora de desarrollo
de la empresa.
Con el propósito de graficar lo anterior, refiere que en las
proximidades de la capital provincial, en la localidad de Purnio,
recurrieron a los servicios de la Empresa de Desmonte y Construcción
(EDESCON) de la Agricultura para el acondicionamiento de los suelos
"y las posturas muestran un impresionante avance".
El ingeniero agrónomo Douglas Lucas Batista, director de la
Unidad Empresarial de Base (UEB) Silvícola de Camazán, perteneciente
al municipio de Báguano, detalla que la carencia de lluvia arruinó
la mitad de las 60 hectáreas sembradas en el 2009, que ya debían
estar en la categoría de bosque establecido. Afortunadamente las
tenían aseguradas y cobraron una parte del dinero invertido.
POCOS EQUIPOS Y ESCASA LLUVIA, PERO¼
Juan Ochoa Cruz, responsable del Servicio Estatal Forestal (SEF)
en el municipio de Báguano —entidad rectora del trabajo de la
Empresa—, no niega la importancia de lo medios técnicos para alistar
las áreas, pero le parece peor esperar por ellos, como a veces
sucede, y luego, al comprobar que es imposible su disponibilidad,
asumir la siembra prevista en el plan como un intempestivo maratón,
muchas veces acompañado de chapucerías.
La ingeniera agrónoma Arelis Leyva Suárez, compañera de trabajo
de Ochoa, señala además la necesidad de aprovechar a fondo los
conocimientos técnicos.
"Al preparar la tierra se olvida que pueden dejarse algunos
arbustos para arrope, es decir, con el fin de preservar la humedad
que aprovecharán las posturas. Esos arbustos no dañan porque son
parte del sotobosque que crecerá bajo los futuros árboles".
Igualmente, aborda el tema de la selección de especies en
correspondencia con las peculiaridades del sitio donde serán
plantadas. "Decidimos no aceptar proyectos para fomentar yarúa
(árbol maderable) en áreas del municipio que se emplearon antes en
la actividad cañera. Está comprobado que la abundancia de materia
orgánica de esos suelos los vuelve como plásticos y en época de seca
estrangulan las posturas y las matan o retardan su crecimiento".
No tener en cuenta las características de los ecosistemas es una
deficiencia añeja, recuerda el ingeniero agrónomo Ernesto Mastrapa
Velázquez, funcionario de la delegación provincial del Ministerio de
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
El resultado de esa violación, ejemplifica el también Máster en
Ciencias Agrícolas, se observa en el inconcluso y dilatado proceso
de reforestación de las colinas que rodean a la ciudad de Holguín.
Muchas de las especies sembradas allí murieron y otras tardan en
desarrollarse.
DE SEMILLAS, INCENDIOS Y OTROS FLAGELOS
Para la creación de viveros, la Empresa Forestal de Holguín
recibe la colaboración de la Estación Experimental de Guisa, en la
provincia de Granma, a la que envían las semillas recolectadas para
la certificación tras un grupo de análisis.
Sin embargo, indagaciones entre los integrantes de algunas
unidades silvícolas dicen que la obtención de las simientes requiere
de mayor cuidado. En las masas semilleras y huertos clonales (áreas
seleccionadas por las características fenotípicas de los árboles)
deben elevar la superación del personal y recuperar la disciplina
tecnológica, así como eliminar la prisa innecesaria y los
incorrectos procedimientos de almacenamiento, entre otras cosas.
Resulta evidente, cuando se habla con los directivos,
especialistas y trabajadores que el asunto primordial a resolver es
la disciplina y la exigencia, como por ejemplo:
Están los planes para obtener semillas, reconoce Ernesto Cabrera,
director de la UEB silvícola del municipio de Antilla, pero a veces,
a la hora de sembrar, no alcanzan, y entonces se recolectan las
menos apropiadas y las de especies que no pueden desarrollarse
exitosamente en las áreas a reforestar.
Los guardabosques colocan sobre el tapete los fuegos forestales.
En el primer trimestre del 2012 fueron reportados en el área de la
empresa cerca de 30, con un saldo de más de tres centenares de
hectáreas destruidas. "Solo en el municipio de Cacocum la superficie
dañada supera las 118 hectáreas", especifica Ridel Guerra Teruel.
Abruma oírlo, porque la cifra apenas está dos puntos por debajo de
lo que planta como promedio cada año ese territorio.
Geover Rojas Quintero, también guardabosque, califica de azote de
las posturas el pastoreo incontrolado de ganado en áreas de
desarrollo forestal, causa de las frecuentes multas impuestas a
representantes de establecimientos estatales y productores privados.
Considera que en San Andrés, municipio de Holguín, este parece
ser un mal crónico, porque las vacas y otros animales continúan
comiendo o arrancando posturas de cedro, yarúa y otras especies.
La ingeniera Bárbara del Sol, funcionaria del Servicio Forestal
en la provincia, confirma que en las inspecciones realizadas en el
terreno han encontrado esas deficiencias. Además, dice, detectaron
mantenimientos mal realizados o fuera de época, inoportuna
reposición de fallas y afectaciones por plagas y enfermedades.
Los directivos y trabajadores de la Empresa Forestal Holguín
deben cerrar filas y atacar los factores subjetivos que entorpecen
las labores. Potencial tienen, porque saben acometer tareas
complejas como la creación, hasta hoy, de 100 fincas forestales (más
de 4 000 hectáreas), las cuales se ven como una de las alternativas
para eliminar muchos de los problemas actuales.
Con el fin de reconstruir y fomentar bosques, así como reponer
fallas, en el presente año la empresa planea sembrar 3 millones 500
mil posturas.
Pero es indispensable hacerlo teniendo en cuenta que el
crecimiento en áreas físicas debe estar aquí respaldado por un
índice mayor de supervivencia, de manera que exista correspondencia
entre los esfuerzos humanos y el dinero invertido en cada acción; si
no sobrevive el mayor número de postura, se habrá trabajado por
gusto y los costos para la nación serán muy altos. |