NACIONES UNIDAS. — La avanzada de la misión de observadores de la
ONU en Siria completará sus 30 integrantes sobre el terreno a
finales de abril, informó este lunes el portavoz oficial adjunto de
Naciones Unidas, Eduardo del Buey.
Esa cantidad de miembros del primer grupo de supervisores del
cese de la violencia armada en el país árabe fue autorizada hace 10
días por el Consejo de Seguridad y será aumentada a 300 en un tiempo
todavía indeterminado.
Según el vocero, la importancia del trabajo de los observadores
radica en que serán una fuente de información objetiva necesaria
para las evaluaciones que realiza el titular del organismo mundial,
Ban Ki-moon, sobre los acontecimientos en Siria.
Este lunes, el subsecretario general para Asuntos Políticos, Lynn
Pascoe, dijo ante el Consejo de Seguridad que el despliegue de la
misión de monitoreo no significa la congelación de la situación en
el Estado árabe.
Su tarea es crear las condiciones que contribuyan a avanzar hacia
un proceso político serio y creíble como solución del conflicto,
apuntó.
El pasado sábado, el Consejo de Seguridad elevó a 300 la cantidad
de observadores militares desarmados de la ONU que supervisarán el
cese de las hostilidades en Siria, con un mandato inicial de 90
días. El aumento fue decidido en una resolución que supedita el
despliegue de todo el contingente a una evaluación de Ban Ki-moon
sobre los progresos que se registren en la consolidación del fin de
la violencia.
Según el texto, el mandato de la misión será el monitoreo del
cese de la violencia armada en todas sus formas y por todas las
partes y supervisar y apoyar la implementación del plan pactado con
Damasco por el enviado especial de la ONU para Siria, Kofi Annan.
El documento pidió al gobierno sirio que facilite el
desplazamiento expedito y sin obstáculos de los observadores y
asegure su libertad de movimiento pleno, sin trabas e inmediato.
Además reclamó a las autoridades sirias y a la ONU un pronto
acuerdo relacionado con la transportación aérea, comunicaciones sin
obstrucciones y contacto libre y privado de los integrantes de la
misión con la población.
También exigió la ejecución urgente, amplia e inmediata de todos
los elementos del plan de Annan para el fin de toda la violencia, el
acceso de la ayuda humanitaria y una transición política dirigida
por los sirios hacia un sistema político plural y democrático.