La aerolínea española Iberia canceló para este lunes 125 vuelos,
como consecuencia de una nueva jornada de huelga de sus pilotos
contra la creación de una filial de bajo coste.
La de hoy es la quinta de las 30 fechas de paro convocadas por
los aeronautas para todos los lunes y viernes hasta el 20 de julio
próximo, reporta Prensa Latina.
Esta nueva serie de protestas, iniciada el 9 de abril, es
continuación de los 12 días de huelga que realizó el Sindicato
Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) entre diciembre y
febrero pasado, en rechazo a Iberia Express, que comenzó sus
operaciones el 25 de marzo último.
Fuentes de la compañía señalaron que de los 125 vuelos
suspendidos, ocho son de largo recorrido, 57 de medio radio
(fundamentalmente europeos) y 60 nacionales.
El Sepla denunció que la decisión de la mayor compañía de
aviación de España de restar 40 aeronaves a la matriz, para
trasladarlas a Iberia Express, hace peligrar unos ocho mil puestos
de trabajo.
Advirtió, además, sobre una externalización de la producción y
una reducción de los salarios de los empleados de la nueva sociedad,
pese a que la dirección de la empresa negó que las condiciones del
personal se vayan a perjudicar.
El jefe de la sección sindical del Sepla-Iberia, Justo Peral,
explicó que esas ocho mil plazas se ven afectadas a una media de 200
trabajadores por aeronave.
Iberia Express, que vuela en trayectos de corto y medio radio,
contará con 500 trabajadores en plantilla (125 aeronautas, 50
empleados de tierra y 325 tripulantes de cabina), todos de nueva
contratación, precisó el consorcio.
Sus operaciones arrancaron con cuatro aviones Airbus A320, a los
que se unirán otros nueve hasta llegar a 13 a finales de este año.
Aumentará su flota de manera progresiva hasta 16 unidades en
2013, 28 en 2014 y alcanzará las 40 en 2015.
Con una plantilla de mil 500 pilotos, 15 mil trabajadores de
tierra y unos tres mil 500 tripulantes de cabina de pasajeros,
Iberia se fusionó en enero de 2011 con la británica British Airways
en el holding International Airlines Group (IAG).
Según Peral, lo que British Airways quiere hacer, a través de IAG,
es convertir Iberia en una empresa low cost (de bajo coste), y
quedarse con todo el tráfico importante de turismo y de negocios con
España.
En pleno conflicto con el Sepla, la dirección de Iberia anunció
la semana pasada que reducirá en un 20 por ciento la masa salarial
de los pilotos, lo que supondrá un ahorro de 62 millones de euros
anuales, y aumentará a 900 el límite de horas de vuelo.