Tres
rondas de 25 platos, 70 rotos a razón de 24-23-23 en la mismísima
Royal Artillery Barracas de Londres, colocan al cubano Guillermo
Alfredo Torres en el escaño 29 entre los 92 escopeteros que disputan
la modalidad de skeet en el Preolímpico que acoge la ciudad del Big-Ben,
comandado hasta ahora por el italiano Enio Falco y el francés
Anthony Terras, ambos con 74.
Terras tiene el pedigrí de haber sido bronce olímpico en
Beijing’08, mientras el as en la capital china y recordista del
orbe, el estadounidense Vincent Hancock no ha estado muy ajustado
escopeta en mano y va decimosegundo con 72 blancos deshechos.
Lo cierto es que se ha concentrado en el mismo escenario de la
disciplina bajo los cinco aros la crema y nata, como parte de las 15
pruebas convocadas, y más de 800 atletas de 97 países en concurso.
Quizá psicológicamente la presencia de rivales de nivel supremo
esté presionando a Torres, a falta de dos rondas hoy para definir
los finalistas, y sus cartuchos no estén del todo calientes como en
la lid modelada previamente, al término de su base en Guatemala,
donde solo se le escapó uno de los 125 platillos. Eso sí, los de
mirilla más fina no comparecieron en la capital guatemalteca.
Antes de iniciarse la lid, que dará el visto bueno a la
instalación, se celebró allí la Asamblea General de la Federación
Internacional (ISSF por siglas en inglés), en la cual se condecoró
al antillano Rafael Guerra con la Cruz Azul, distinción más alta de
esa institución en reconocimiento a sus méritos acumulados y el
trabajo desplegado en función del desarrollo de dicho deporte.
Guerra, otrora tirador y actual Comisionado Nacional, además es
presidente de la Confederación Centroamericana y del Caribe y
miembro del Consejo de Asesores de la ISSF, así como vicetitular de
las federaciones continental e iberoamericana.