Según datos oficiales, la entrega a los almacenes mayoristas ya
superó las 2 900 toneladas y continúa creciendo.
Enrique Cruz, director de la actividad tabacalera en Vueltabajo,
cuyas fuerzas son decisivas también en la producción del grano,
asegura que en proceso de secado se encuentran otras 300 toneladas,
y estima que la cifra definitiva sobrepasará las 3 200.
Ello permitirá reducir las importaciones de un alimento que hasta
el 2010, llegaba en barcos procedentes del exterior.
"El año en que más recibimos de la agricultura, apenas se
alcanzaron 725 toneladas, de 2 702 que necesita la provincia para
cubrir la canasta básica y el suministro a hospitales, escuelas y
comedores obreros", comenta Francisco Díaz, director de la Empresa
Mayorista de Productos Alimenticios (EMPA).
Un cambio de estrategia, sin embargo, demostró desde la pasada
campaña que mediante la entrega de insumos a los productores, unido
a un precio de compra más estimulante y un acertado proceso de
contratación, se podía reducir la dependencia de los mercados
extranjeros.
Aun cuando el comportamiento del tiempo resultó adverso y en
algunos sitios hubo problemas para regar los cultivos debido al
agotamiento de aguadas y arroyos, la entrega a la EMPA ascendió a 2
836 toneladas.
"Concentrado fundamentalmente en los productores tabacaleros,
quienes han asumido el reto de llevar las dos campañas al mismo
tiempo, el programa aprovecha la infraestructura existente para el
cultivo de la hoja y las vegas que se hallan en rotación", explica
Enrique.
"Esta es una práctica que existió siempre entre nuestros
campesinos, con el propósito de obtener alimentos para su
autoabastecimiento y al mismo tiempo mejorar los suelos, pero, sin
respaldo de recursos, los rendimientos estuvieron muy por debajo de
lo que ahora, con garantía de fertilizante, combustible y protección
fitosanitaria, se ha logrado".
Los almacenes de la entidad ya han dado entrada a un volumen de
granos superior al que se recibió en el 2011, y el acopio continúa,
demostrando cuánto se puede lograr en materia de producción de
alimentos cuando se conjuga la organización y el incentivo a quienes
trabajan la tierra.