DAMASCO. — Siria y la ONU firmaron hoy un memorando de
entendimiento que regirá los mecanismos de trabajo de la misión
observadora de la organización, en tanto Rusia advirtió que algunos
países tratan de hacerla fracasar.
El documento fue rubricado en la sede en Damasco de la
Cancillería por el vicecanciller Fayssal Mikdad, a cargo además de
las relaciones de colaboración internacional, y el jefe de la
delegación técnica, general Abhijit Guha, del Departamento de
Operaciones de Paz de la ONU.
Siria firmó el denominado entendimiento primario como parte de
sus esfuerzos para que el plan del enviado especial Kofi Annan tenga
éxito y en el marco de los compromisos de las dos partes de respeto
a la soberanía nacional acorde con las leyes internacionales que
rigen este tipo de misión, señalaron las partes.
Un reducido grupo de inspectores de la organización internacional
recorrió hoy por segundo día consecutivo sitios de la provincia de
Daraa, colindante con Jordania, a unos 101 kilómetros al sur de la
capital.
La víspera, estuvieron en las localidades Irbeen y Zamalka de
Damasco Campo, donde intercambiaron con residentes y autoridades
locales en el inicio de sus actividades de observación en Siria.
Mientras, resaltan hoy los medios aquí, el canciller ruso, Sergei
Lavrov, advirtió en Bruselas que hay mucha gente que quiere enterrar
el plan de Annan antes de que este nazca, en tanto algunas potencias
buscan la interferencia extranjera y otros continúan armando a la
oposición.
En particular acusó a Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña,
Turquía y a las monarquías del Golfo Pérsico de tratar de que
fracase la propuesta de arreglo político del enviado de la ONU.
Tenemos información clara de países que están suministrando
pertrechos, equipos de comunicación y dinero a los grupos armados,
afirmó Lavrov en rueda de prensa en Bruselas, y preguntó si era
normal que nadie condenó los atentados terroristas de Damasco y
Aleppo.
Todos aquellos gobiernos que tengan influencia sobre las bandas
armadas deben solicitarle que detengan la violencia, demandó el
ministro ruso.
Lavrov insistió en que la evaluación del trabajo de los
observadores de la ONU corresponde al Consejo de Seguridad y no al
grupo autodenominado Amigos de Siria, quienes dijeron en su más
reciente reunión en París que considerarán cómo el gobierno sirio
cumple con el plan.
En este sentido, recalcó que las autoridades sirias tienen sobre
sus hombros la gran responsabilidad de mantener la seguridad,
estabilidad y soberanía del país, pero no podrá hacerlo si la
comunidad internacional no demanda a todas las partes que cumplan el
cese el fuego y faciliten el trabajo de los observadores de la ONU y
se pueda pasar al diálogo político.
Lavrov recordó que con los ministros de la Liga Árabe llegó a un
acuerdo sobre un plan de cinco puntos en una reunión en El Cairo,
Egipto, cuya esencia principal era el no uso de la fuerza armada, y
cuando salí del encuentro -rememoró- el ministro catarí del Exterior
instó a la intervención militar.
Mientras, en Beijing, el canciller sirio, Walid al-Moallen se
reunió con su par chino, Yang Jiechi, y ambos valoraron de muy
buenas las relaciones bilaterales, acordaron mejorarlas y
coincidieron en puntos de vista sobre la situación en Siria.
Jiechi reiteró la postura china de que toda solución a la crisis
en Siria debe partir del respeto a su soberanía, integridad
territorial y seguridad sin intervención extranjera, en tanto al-Moallen
reiteró el compromiso de Damasco con el plan de Kofi Annan y con el
proceso de reformas.