Además de la lucha por los boletos restantes a las finales, el
duelo por el liderato de jonrones entre Alfredo Despaigne (Granma) y
José Dariel Abreu (Cienfuegos) acapara la atención en el epílogo de
la Serie Nacional de béisbol.
Ambos sluggers comandan con 35 bambinazos cada uno, cifra
que constituye plusmarca para los clásicos beisboleros en Cuba, y
que podrían engrosar en los tres partidos que le restan a la
temporada.
El pasado tres de abril, Alfredo Despaigne despachó dos Mizuno
200 frente a Industriales para imponer récord, pero desde ese día
sufre de una sequía en la producción de cuadrangulares, y permitió
que Abreu le diera alcance para añadir más sazón a la porfía.
Protagonistas de una actuación sin precedentes en el béisbol
cubano, estos jóvenes peloteros conforman la dupla ofensiva más
temible del pasatiempo nacional en la actualidad, pues junto al
departamento de cuadrangulares ocupan puestos de privilegio en otros
indicadores de fuerza.
Despaigne lidera igualmente las carreras impulsadas (101) y es
segundo en anotadas (85) y slugging (703), solo superado en este
último apartado por Abreu (835), quien posee además el mejor
promedio ofensivo del campeonato (391) y escolta a su rival en
cantidad de remolques (96).
Además, los referentes ofensivos de Elefantes y Alazanes hacen el
uno-dos en las bases recorridas con cada indiscutible —2.14 y 2.13
respectivamente—, señal inequívoca del poder de sus muñecas.
La temporada regular del béisbol cubano comienza a cerrar sus
cortinas, aunque el acto final reserva aún grandes emociones a
través de los batazos de José Dariel Abreu y Alfredo Despaigne,
quienes constituyen candidatos de fuerza a la condición de Más
Valioso de la temporada.