El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, calificó este sábado de
hecho histórico, valiente, de gran trascendencia para el futuro del
país, el cierre de 14 universidades por su baja calidad académica.
Estamos acabando tal vez con el mayor engaño social desde el
regreso a la democracia, afirmó el mandatario durante su alocución
semanal, desde Cutuglagua, en la periferia sur de Quito, reporta
Prensa Latina.
Dijo que de las 26 evaluadas hace 18 meses, quedaron suspendidas
14 instituciones universitarias por el Consejo de Evaluación,
Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior
(Ceaaces).
Correa llamó a no eludir responsabilidades y afirmó que también
ha habido responsabilidad de los 38 mil estudiantes afectados por el
cierre, al darse cuenta del bajo nivel de la enseñanza en esos
centros, pero aseguró que el Gobierno los respaldará para que sigan
estudiando.
Hay todo un plan de contingencia para que puedan acceder a becas
y seguir estudiando, estamos tratando de minimizar los costos, pero
no es posible salir de este problema sin costos, por el daño social
que estaban causando al país esas universidades, señaló el
gobernante ecuatoriano.
Recalcó que el Gobierno no está creando el problema, sino que lo
está solucionando, y si por ello tenemos que perder las elecciones,
perderemos todas las elecciones, pero siempre haremos lo necesario
por el futuro del país, arguyó.
Para René Ramírez, secretario de Educación Superior, Ciencia y
Tecnología, éste ha sido uno de los mayores fraudes sociales
sufridos por el país, una especie de salvataje académico similar a
la estafa bancaria de 1999, que costó ocho mil millones de dólares
al Estado y a los ciudadanos.
Han estafado académicamente a unas 280 mil personas, no podíamos
permitir que se instale la mediocridad y continuar con este fraude
social, subrayó Ramírez, tras enfatizar que Ecuador no alcanzará el
desarrollo sin cambiar drásticamente el nivel académico de sus
universidades.