Argentina comienza el proceso de
nacionalización de la petrolera YPF
El gobierno de Argentina envió al Congreso nacional un proyecto
que declara “de utilidad pública y sujeto a expropiación” al 50,01
por ciento de las acciones de la empresa, actualmente en manos de la
española Repsol y en menor medida al Grupo Petersen, de la familia
Eskenazy.
Las acciones sujetas a expropiación son 100 millones del Grupo
Petersen -todas las que tienen los Eskenazy- y 96.558.000 título de
los que tiene Repsol. En total, YPF tiene actualmente 393 millones
de acciones clase D, que hoy pertenecen en un 57,43 por ciento a
Repsol y en un 25,46% al Grupo Petersen, mientras que un 17,09 por
ciento flota en bolsa y un 0,02 por ciento ya está en poder del
estado argentino.
El proyecto establece que si es necesario expropiar más acciones
para que el Estado argentino llegue al 50,01 por ciento, esos
títulos se expropiarán de modo tal que se respeten las proporciones
en poder de los otros accionistas.
En cuanto al precio que se pagará por las acciones a expropiar,
el texto postula que “la valuación será efectuada por el Tribunal de
Tasaciones de la Nación con la colaboración de la Secretaría de
Energía”.
También señala que “el Poder ejecutivo procurará acordar con los
titulares de las acciones sujetas a expropiación el valor y la
forma” de pago y que, eventualmente, esos acuerdos deberán ser
refrendados por el Congreso de la Nación. Además establece que si no
se alcanza acuerdo por la totalidad de las acciones a expropiar, “la
Procuración (general de la Nación) promoverá el juicio de
expropiación respectivo”.
El texto, que tiene en total 62 artículos, indica que la
expropiación estará regida por la Ley 21.499, que el Poder Ejecutivo
“actuará como expropiante, quedando facultado para transferir la
titularidad de las acciones una vez expropiadas a cualquier
organismo o empresa pública del estado nacional” y que ni esa
transmisión de acciones ni ninguna otra que realice el Estado
“estarán sujetas al artículo 7 del estatuto social de YPF”.
Por su parte, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José
Manuel Soria, principal agente de los intereses de la multinacional
petrolera en el gobierno metropolitano español, amenazó este jueves
con que cualquier “gesto de hostilidad” contra empresas de su país
será interpretado como un gesto “hacia España” y “trae consigo
consecuencias”, en clara referencia al gobierno argentino.
(Cubadebate) |