El escritor Daniel Chavarría, el crítico literario y ensayista
Ambrosio Fornet, y el científico Fidel Castro Díaz-Balart figuran
entre los invitados de Cuba a la Feria del Libro de Santo Domingo,
anunciaron los organizadores.
Una de las actividades más atractivas del evento, que comenzará
del 18 de abril hasta el 5 de mayo, es el ciclo de coloquios, en los
que tomarán parte 45 escritores nacionales y extranjeros en esta XV
edición dedicada a Centroamérica, con una participación importante
de intelectuales caribeños, reporta Prensa Latina.
La escritora Eleanor Grimaldi Silié, directora general del Libro
y la Lectura del Ministerio de Cultura, estará a cargo del programa
de coloquios, en los que intervendrán narradores, poetas,
ensayistas, comunicadores, críticos de cine y arte.
En horas vespertinas de cada jornada, en el bar Juan Lockward,
del Teatro Nacional Eduardo Brito, se realizarán estos coloquios
durante la Feria.
Desde la fundación de la Feria en 1997, los coloquios constituyen
el centro intelectual de esta fiesta de la cultura que, debido a la
importancia de los temas tratados, son recopilados luego en libros
para fines de publicación.
En los coloquios se homenajeará al escritor Enriquillo Sánchez,
la artista María Montez artista, en el centenario de su nacimiento,
así como los autores de Guatemala, Miguel Angel Asturias, de
Nicaragua Ernesto Cardenal y de El Salvador Roque Dalton.
El próximo 28 de abril el coloquio versará sobre Rubén Darío y
las vanguardias literarias dominicanas del siglo XX. El lunes 30 de
abril se dedicará a la narrativa centroamericana del siglo XX,
balance y perspectivas.
La poesía centroamericana del siglo XX y las tendencias actuales
será otro tema de coloquio el 2 de mayo, en tanto el programa de
cierre el 5 de mayo será sobre La tragedia de Palma Sola: causas y
consecuencias.
Este coloquio se refiere a una matanza ocurrida en la localidad
de Palma Sola en 1962, un año después del ajusticiamiento del
dictador Rafael Leonidas Trujillo cuando aparecen en los medios de
prensa informaciones relativas a que los creyentes en el dios
Liborio Mateo una especie de secta en esa región- habían establecido
un santuario en Palma Sola, provincia de Santiago de los Caballeros.
Así, de refugio para malhechores y prostitutas", Palma Sola
pasaría a ser el núcleo de un proyecto subversivo.
El resultado de la masacre: del lado oficial, fue un general
muerto y dos oficiales heridos y un civil que los acompañaba; del
lado de los creyentes no se sabe aún. El historiador Franklin Franco
afirma que hubo "... cerca de 100 personas muertas y centenares de
heridos y más de mil detenidos".