Una treintena de dinosaurios electromecánicos, dispersos en el
Parque Metropolitano Almendares, atraen en La Habana a miles de
citadinos de todas las edades deseosos de disfrutar de esta peculiar
exposición, venida de Venezuela.
Niños, jóvenes, adultos, familias enteras invaden el bosque
tropical de más de 700 hectáreas, donde están instalados, a tamaño
natural, estos reptiles fósiles. Extinguidos hace más de 65 millones
de años, continúan acaparando la curiosidad humana.
"Sigue la ruta de los dinosaurios", reza un cartel a la entrada.
En esta capital los dinosaurios son tema obligado de
conversaciones. La víspera, el parque se mantuvo rebosando de un
público que desafío el intenso sol para no perdérselos.
Parecen reales, vivos, se mueven, rugen, dice asombrado Jandy, un
niño de 10 años que llegó a la exposición con una enciclopedia sobre
los populares reptiles bajo el brazo. Mi sueño, dijo a Prensa
Latina, es llegar a ser paleontólogo.
Son 34 las piezas de diversas especies, 15 de ellas animatrónicas,
entre las que sobresale el tiranousario Rex, con un peso estimado
entre cuatro y ocho toneladas. Muy cerca, tendido en el suelo,
sangrando, yace el triceratops.
Imágenes de la película Parque jurásico, de Steven Spielberg,
parecen revivir en algunos de los visitantes.
El conjunto propone un viaje a los antepasados para ver o
imaginar como fueron el gallimimus -el primer ejemplar que abre la
exposición-, el ritosaurus, el sabinosaurio, el paquicefalosaurios,
el estegosaurios.
Abierta el jueves último, la colección Dinosaurios en el parque
se ha convertido en un suceso. Elizabeth Salas, especialista de
Comunicación Social del parque, dijo a Prensa Latina que en solo día
y medio han asistido más de seis mil personas.
Durante 25 minutos pequeños grupos conducidos por un guía hacen
su viaje a la antigüedad y se interconectan con un museo en el que
un especialista ofrece detalles sobre el origen de la vida en la
tierra, los períodos precámbrico, paleozoico y mesozoico, y la
historia sobre la extinción de estos animales.
Es la misma colección exhibida en 2011 en el parque caraqueño Los
Caobos. En Cuba comenzó el recorrido que emprenderán por el mundo
tras su permanencia aquí hasta septiembre.
El propósito principal de la muestra es un llamado a salvar el
planeta y la especie humana, subrayan los organizadores.
Durante seis meses los habaneros tendrán la posibilidad de
frecuentar la exposición una y otra vez. El primero de ellos será
Jandy, quien se propone regresar este fin de semana en compañía de
otros amigos aficionados a esos reptiles.