El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anunció
este viernes que decidió suspender temporalmente las deportaciones
de inmigrantes ilegales en cuatro ciudades mientras se revisan miles
de casos.
El gobierno norteamericano ampliará un programa anunciado en
agosto pasado y que impacta en 300 mil extranjeros con orden final
de expulsión, reporta Prensa Latina.
La medida incluyó esta vez a las ciudades de Detroit, Nueva
Orleáns, Orlando y Seattle. El programa ya estaba activado en
Baltimore y Colorado.
Los indocumentados con órdenes de deportación permanecerán en el
país bajo la custodia del Servicio de Inmigración y Control de
Aduanas (ICE).
El ICE revisó 11,862 expedientes en Baltimore y Denver y
recomendaron la suspensión de al menos mil 600 casos en esas dos
ciudades.
Por su parte, organizaciones defensoras de los derechos de los
inmigrantes denunciaron que quienes no sean deportados, quedarán en
un limbo legal.
Congresistas y senadores republicanos rechazaron también la
medida adoptada por la Casa Blanca en agosto, tildándola de amnistía
sesgada.
El senador demócrata Charles Schumer y otros legisladores
insistieron a la Casa Blanca que ejerza más discreción en cuanto a
las deportaciones, para dar prioridad a inmigrantes con antecedentes
criminales.
La reclamación está dirigida a aminorar las divisiones familiares
causadas por casi 400 mil deportaciones anuales durante el mandato
de Barack Obama.
En Estados Unidos viven alrededor de 11 millones de
indocumentados, según datos del Departamento de Seguridad Nacional y
del Pew Hispanic Center, un grupo de Washington que estudia los
movimientos migratorios.