La primera suicida empleó un cinturón de explosivos con una potencia equivalente a cuatro kilogramos de trilita en la estación Lubianka y 40 minutos después otra terrorista accionó su mortífera carga con un equivalente de dos kilogramos de trilita en Park Kulturi.

Muchos moscovitas acuden esta jornada a los improvisados altares en las referidas estaciones subterráneas con las fotos de los familiares fallecidos en la acción dinamitera que estremeció al país.

La policía custodia las dos estaciones, situadas en la misma línea del metro moscovita, en la llamada Sakolnichki.

El Comité de Investigaciones de la Federación Rusa informó que aún se buscan algunos posibles cómplices de los referidos atentados, tras los cuales se identificaron a todos los organizadores y ejecutores directos.