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Un fuerte ataque lanzó hoy la insurgencia afgana contra una caravana
de vehículos de suministros de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN) en la provincia de Farah con bajas de ambas
partes, según versiones contradictorias.
El combate de tres horas ocurrió en un área montañosa del
distrito de Bala Buluk en una autopista transitada habitualmente por
los convoyes que abastecen a las tropas de Estados Unidos y la
Fuerza Internacional de Asistencia de la Seguridad (ISAF), comandada
por la OTAN.
Según el portavoz de los Talibán, Mohamed Yusuf Ahmadi, 40
soldados afganos perdieron la vida y 10 recibieron heridas durante
los enfrentamientos.
Seis muyahidines (combatientes islámicos) murieron y 12
resultaron heridos, afirmó Ahmadi en un correo electrónico enviado a
los medios informativos.
Mientras, el vocero del ejército afgano, coronel Najibullah
Najibi, comunicó que en la intensa batalla murieron un soldado y
seis guardias de seguridad y 14 atacantes.
Sin embargo, de acuerdo con el portavoz de la policía, coronel
Raouf Ahmadi, la cifra de víctimas fatales sumaron 30 y otros 10
heridos.
Un responsable de una empresa de seguridad, Sayed Abdul Wahid,
informó que su personal que defendía los camiones con fusiles
automáticos fue superado por los rebeldes los cuales emplearon
granadas propulsadas por cohetes y ametralladoras.
El funcionario afirmó que cinco de sus empleados murieron y otros
tantos resultaron heridos por los insurgentes que quemaron tres
vehículos del convoy.
Del otro lado, en un comunicado el ministerio afgano del Interior
reportó que la policía en unión del ejército y la OTAN desarrollaron
12 operaciones en nueve provincias del país durante las últimas 24
horas.
Un militar de la ISAF murió en el sur de Afganistán, y como
siempre acontece no se reveló la ubicación exacta del incidente y la
nacionalidad del soldado fallecido.
Estadísticas de la página Web icasualties.org muestran que desde
enero hasta ahora al menos 93 soldados de la OTAN, incluyendo 54
estadounidenses, 13 británicos y 26 de otros países perdieron la
vida en esta nación islámica centroasiática.