Un
grupo de exmilitares haitianos, que protagonizan desde enero pasado
un motín en campos de entrenamiento, protestaron hoy en la oriental
ciudad de Ouanaminthe para pedir la restauración del Ejército.
Integrantes de las desaparecidas Fuerzas Armadas
Nacionales de Haití (FADH) tomaron campos militares en varias
regiones del país y demandaron una indemnización por 15 millones de
dólares para compensar sus pérdidas tras la desaparición del cuerpo
castrense hace 18 años.
De acuerdo con los exsoldados, la manifestación de
este jueves, en la frontera con República Dominicana, buscaba pedir
al gobierno de ese vecino país que demandara al presidente haitiano,
Michel Martelly, la restauración de las Fuerzas Armadas.
La existencia del Ejército favorece a las dos
partes, declararon a la prensa local.
Autoridades haitianas conminaron desde hace semanas
a los amotinados a abandonar los campos de entrenamiento en los que
se encuentran. "Ningún pago atrasado tendrá lugar mientras los
afectados no dejen los lugares ilegalmente ocupados. Su salida de
estos edificios, en orden, disciplina y calma, es una condición",
señaló el Ministerio del Interior de Haití.
El portavoz de los amotinados, Jean Baptiste Joseph,
aseguró que no se retirarán de los campamentos porque "esa es su
casa" y conminó al pago de la suma por los supuestos daños causados
por quedar sin trabajo.
La Misión de Naciones Unidas para la Estabilización
de Haití (Minustah) aseguró que tras el vencimiento del plazo dado
por el gobierno para la retirada de los exmilitares se deben tomar
acciones concretas.
Los cascos azules están listos para intervenir y
desarmar a esos grupos, si así lo solicita la policía, afirmó la
responsable de información de la Minustah, Elianne Nabaa.
La Red Nacional de Derechos Humanos consideró que
esos exsoldados constituyen una amenaza grave y real para la
seguridad de la nación caribeña.
El Ejército haitiano estuvo formado por unos ocho
mil hombres y fue disuelto en 1994 por el exmandatario Jean Bertrand
Aristide tras ser artífices de numerosas violaciones de los derechos
humanos.
El mandatario emitió hace casi un mes una orden para
obligar a la desmovilización de los exsoldados en la que les
prohibía además vestir el uniforme militar y andar armados.
"Martelly es el jefe nominal de las FADH y nosotros
le debemos obediencia: ya no circulamos en trajes militares ni
armados como lo había pedido, pero no podemos volver a nuestras
casas, porque ya la tenemos: el cuartel es nuestra casa", dijo
Joseph.
El jefe de Estado ordenó en noviembre anterior la
creación de una comisión civil que se encargaría de gestionar el
restablecimiento del poder militar.
El programa contempla la contratación de un primer
contingente de tres mil 500 efectivos y una inversión a largo plazo
de 95 millones de dólares.
Actualmente los trabajos de seguridad están a cargo
de la Minustah y de la Policía Nacional de Haití.
Una fracción de los exmilitares amotinados
realizaron la semana pasada otra protesta en Cabo Haitiano (274
kilómetros al norte de esta capital), informó PL.