Reino Unido descartó este jueves una amenaza militar de Argentina
en el Atlántico Sur, pese al fuerte contingente británico desplegado
en Islas Malvinas, cuya soberanía reclama el Estado suramericano.
De acuerdo con el ministro de Defensa británico, Philip Hammond,
Argentina no representa una amenaza militar para su país, ya que
desde hace 30 años la nación austral no compra aviones para su
Fuerza Aérea, reporta Prensa Latina.
El litigio por Malvinas se remonta a 1833, fecha en la que los
británicos ocuparon el territorio y desalojaron por la fuerza a los
anteriores habitantes, de origen argentino, en una historia que
desembocó en pleno siglo XX en una guerra entre Londres y Buenos
Aires en 1982.
Pero ahora no tenemos ninguna evidencia que sugiera que los
argentinos tienen la inclinación para una intervención militar en
las islas, reconoció el funcionario.
Desde luego, ello se corresponde con la postura argentina de
resolver la centenaria disputa a través de una negociación pacífica
sobre el estatus del archipiélago, a lo cual se niega Londres.
Reino Unido ha rechazado históricamente la posibilidad de
conversar sobre la situación de las islas, en tanto ha violado unas
40 resoluciones de la ONU, destinadas al diálogo cordial en la
búsqueda de una solución diplomática al litigio con la nación
suramericana.
Pese a desestimar una amenaza militar argentina, el Gobierno
británico cuadruplicó su poderío naval en aguas malvinenses con el
envío de uno de sus buques más modernos, el destructor HMS Dauntless,
además del submarino nuclear Vanguard.
Tal actitud, como era de esperar, motivó la denuncia de Buenos
Aires ante Naciones Unidas sobre una militarización del Atlántico
Sur por parte de Reino Unido.
A cuatro días del aniversario 30 de la confrontación bélica que
costó la vida a 649 argentinos y 255 británicos, Londres mantiene
unos mil 700 soldados estacionados en el archipiélago suratlántico,
cuya población apenas rebasa los tres mil habitantes.