La deuda tanto pública como privada en Portugal se eleva a más del
400 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país, y la cantidad
global supone 670 mil millones de euros. Ello pronostica un
retroceso del 3,3 % en el crecimiento de la nación este 2012.
El pasado año más del 50 % de las bancarrotas fueron personales y
no de empresas, mientras que un total de 690 mil portugueses dejaron
de pagar sus préstamos a causa de su bajada de salarios, el
incremento de los impuestos o, directamente, el paro.