Estados Unidos y Australia planean expandir sus lazos militares,
garantizando una presencia más significativa de la armada
norteamericana en puertos cercanos a la estratégica zona del sudeste
asiático.
La Casa Blanca espera que Australia permita un mayor acceso a las
operaciones navales de la Armada estadounidense en la zona, según
una nota publicada este martes en el Washington Post que cita a
mandos militares de las dos naciones, reporta Prensa Latina.
La mirada de los estrategas militares estadounidenses está sobre
La Isla de Cocos, un atolón australiano que pudiera convertirse en
una base de aviones de vigilancia no tripulados.
En este islote se desarrollará además la nueva versión del Halcón
Global, un sistema de exploración a distancia que espera comience a
operar en 2015, y aumentaría la capacidad de vuelos espías sobre los
mares del sur de China.
En noviembre último, el presidente norteamericano, Barack Obama,
y la primera ministra australiana, Julia Gillard, acordaron
desplegar dos mil 500 militares estadounidenses en Darwin, al norte
de la isla.
Estados Unidos alega preocupación por el creciente poderío
económico y militar de la República Popular China, para reformular
su presencia militar en el sudeste de Asia.
Washington prevé estacionar cuatro buques de guerra en Singapur e
inició negociaciones con Filipinas para aumentar su presencia
militar en ese archipiélago.
El Pentágono, al mismo tiempo, fortalece sus lazos castrenses con
Tailandia, Vietnam, Malasia, Indonesia y Brunei.
Ahora la única base de la Armada norteamericana en el Océano
Indico está en la isla de Diego García, un pequeño territorio
controlado por el Reino Unido, a partir de un contrato de
arrendamiento que expira en 2016.