ATENAS, 26 marzo.— Grecia planea construir 30 nuevos centros de
detención e internamiento de inmigrantes sin papeles antes de las
próximas elecciones, previstas para finales de abril o inicios de
mayo, anunció hoy el ministro de Seguridad Ciudadana (Orden
Público), Mijalis Jrisojoidis.
Tras una reunión con los prefectos de las nueve regiones griegas,
el ministro dijo que las administraciones regionales disponen de un
plazo de una semana para proponer localizaciones para instalaciones
de este tipo, de las que actualmente hay sólo media docena.
Cada uno de estos nuevos centros deberá albergar unos mil
inmigrantes, estará rodeado por vallas triples de máxima seguridad y
vigilado por circuitos de televisión y serán construidos, en parte,
con unos 250 millones de euros de fondos europeos.
Desde que España e Italia reforzaron la vigilancia marítima y
llegaron a acuerdos con sus vecinos del sur para la repatriación de
inmigrantes en 2008, ha aumentado la afluencia en las rutas
migratorias de la frontera greco-turca para entrar en la Unión
Europea.
Desde 2010, el 90% de los inmigrantes que entran ilegalmente en
la UE lo hace a través de Grecia, desde donde se dirigen a Italia y,
de ahí, a otros países del centro y norte de Europa.
Sin embargo, la regulación europea "Dublín II" permite a terceros
Estados devolver a Grecia a aquellos inmigrantes indocumentados que
encuentre en su territorio si demuestran que entraron en la UE a
través del país helénico.
Actualmente, se calcula que entre uno y dos millones de personas
viven de manera irregular en Grecia, lo que, unido a la severa
crisis económica, está creando graves problemas sociales, que está
impulsando la popularidad de varios partidos xenófobos.
Diversas ONG como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han
denunciado en repetidas ocasiones las condiciones "infrahumanas" en
que se interna a los inmigrantes en Grecia.
Además, debido a la masificación de los pocos centros de acogida,
las autoridades liberan periódicamente a los inmigrantes detenidos
con una orden de abandonar el país por sus propios medios.
La pasada semana, la ONU y organizaciones locales denunciaron un
aumento de los ataques racistas en Grecia.
Sólo en los últimos tres meses de 2011, fueron atacados en Atenas
y otros centros urbanos como Patras al menos 63 inmigrantes, 18 de
éstos por agentes de la policía.