Martin, de 17 años, desarmado, fue asesinado a tiros por George
Zimmerman, un vigilante voluntario, el pasado 26 de febrero en el
barrio de Sanford en el estado de la Florida, mientras salía de una
cafetería.
El caso desató una ola de movilizaciones de la comunidad negra
estadounidense, además de poner otra vez en entredicho una ley
popularmente conocida como "dispara primero".
El victimario no ha sido arrestado por la policía, aunque el
gobernador de la Florida, Rick Scott, pidió se le aplique un juicio
aclaratorio donde se tengan en cuenta sus alegaciones sobre un
presunto "acto de defensa propia".
"Nos hemos convertido en una nación desatinadamente violenta. Si
un negro mata a un blanco, para el primero es la cárcel rápido. Si
un blanco mata a un negro, entonces significa que es tiempo de
revueltas", denunció el reverendo y ex candidato presidencial, Jesse
Jackson.
En tanto, el padre de la víctima, Tracy Martin, señaló: "nuestro
hijo no merecía morir. Nada podemos decir que nos lo devuelva, pero
quiero asegurarme de que se haga justicia y que otros padres no
tengan que pasar por esto de nuevo".
Una fiscal de la Florida admitió hoy que será muy difícil
inculpar legalmente al individuo que disparó y mató al joven.
La magistrada Angela Corey, quien lidera las investigaciones
contra el vigilante nocturno Zimmerman, explicó que a tenor de la
controvertida ley floridana, será casi imposible armar una acusación
oficial.