Cuentas por cobrar y por pagar
Con dinero y sin dinero…
RONALD SUÁREZ RIVAS
Tras repasar los informes que prepara desde hace años sobre el
estado de las cuentas por cobrar y por pagar en Pinar del Río,
Rigoberto García, director del Banco de Crédito y Comercio (BANDEC)
en la provincia, afirma convencido: "La situación ha ido
empeorando".
En
las cadenas de impagos las violaciones de los contratos vuelven a
emerger como causa negativa.
Así lo indican las estadísticas que su entidad recoge
mensualmente, según las cuales, aún cuando el tema se ha vuelto
prioritario en los últimos tiempos, en lugar de mejorar, las cifras
hablan de un progresivo retroceso.
"Si al cierre del 2009 solo se hallaba fuera de término el 3 % de
las cuentas por cobrar (por un valor de 8,4 millones de pesos), un
año después, se encontraban al 7 % (22,9 millones) y en diciembre
del 2011 subían al 11 % (29,7 millones).
Lejos
de resolverse, la situación de las cuentas por cobrar y por pagar en
los últimos tres años registra un retroceso, según indican los datos
de BANDEC.
"Lo mismo sucede con las cuentas por pagar: el 2009 concluyó con
el 3 % de ellas vencidas (sin saldar en la fecha establecida), el
2010 registró un 8 % y el 2011 cerró con el 15 % (por un monto de
33,3 millones de pesos)", explica Rigoberto, y a renglón seguido,
añade:
"Los números hablan por sí mismos. No hay que agregar muchas
conclusiones".
Una
contradicción frecuente en las cadenas de impago: ¿Se pueden
suspender producciones esenciales —como los huevos— a causa de los
deudores?
Millonarios sin dinero
Los efectos son severos y afectan de múltiples maneras la gestión
empresarial. "Si una entidad adquiere recursos, los usa para
elaborar determinada producción, la comercializa y luego no la
cobra. ¿Cómo hace frente a un nuevo ciclo?
"Cuando esto sucede, la empresa tendrá falta de liquidez, que
probablemente le impida cumplir con los impuestos y contribuciones,
honrar las deudas contraídas con el banco, e incluso es posible que
tenga dificultades para pagarles a los trabajadores", comenta el
director de BANDEC.
En adición a ello, el especialista advierte la posibilidad de que
se cometan delitos al amparo de tales irregularidades. "El hecho de
que una entidad tenga cuentas por pagar que no paga, y cuentas por
cobrar que no cobra, puede ser utilizado como base de cualquier
manejo turbio.
"Pero las cosas no concluyen ahí. Como no cobra, la entidad
tampoco paga, y ello va creando una cadena que termina arrastrando a
toda la economía".
Así sucede hoy con la Empresa Avícola pinareña. "Acá no debíamos
tener una situación financiera compleja, pues hace años que cerramos
con utilidades, y el resto de los indicadores son positivos",
asegura Víctor Fidel Hernández, su director.
"Sin embargo, las dificultades con las cuentas por cobrar nos
estrangulan, al punto de que muchas veces no contamos con dinero
suficiente para pagarles a nuestros principales proveedores", dice.
Ello coloca a la entidad ante una encrucijada, pues seguir
comerciando con aquellos que no honran sus deudas complica aún más
su situación, pero negarse a hacerlo implicaría el perjuicio de la
población.
"Nuestra producción de huevos constituye uno de los renglones
básicos de la canasta familiar, por ello, a pesar de que hay
empresas que en determinado momento no nos han pagado, tenemos la
obligación de seguir distribuyéndola en los ciclos establecidos,
para no afectar al pueblo", explica Víctor Fidel.
Otra vez,
el problema de los contratos
Entre las causas que mantienen vivo el problema, los
especialistas señalan en primer lugar las deficiencias en los
contratos. "Todavía presentan muchas insuficiencias, y en ocasiones
no pasan de ser un documento formal", advierte el director de BANDEC.
"A veces se establecen plazos para el pago que no se corresponden
con las características de las operaciones, originando cuentas
vencidas innecesariamente".
Es el caso de empresas que adquieren determinada mercancía para
su producción, y acuerdan un plazo de 30 días para pagarla, cuando
se sabe que demorarán un periodo mayor para obtener ingresos a
partir de ella.
Otros obstáculos radican en la debilidad de muchos aparatos
contables, en los deficientes mecanismos de control y en que con
frecuencia se da mayor relevancia al cumplimiento de las metas en
términos materiales que en términos financieros.
Como resultado de ello, el sector empresarial de Pinar del Río
acumulaba al cierre de enero más de 25 millones de pesos en cuentas
por cobrar vencidas (el 11 % del total) y por otra parte superaba
los 62 millones (27,8 %) en cuentas que excedieron el plazo
establecido y no han sido pagadas.
En ambos casos, la incidencia sobre la economía de la provincia
es negativa. "De ellos se deriva una cadena de impagos que afecta
muchas actividades", reconoce el director de BANDEC.
"Lo más llamativo es que si se compara con la situación del 2009,
cuando las cuentas envejecidas llegaron al 3 %, uno percibe que hay
un deterioro evidente", añade.
Un dato que, por demás, no tiene en cuenta las unidades
presupuestadas, las cooperativas y UBPC y el sector cuentapropista.
Se trata de un problema de disciplina financiera discutido en
varias ocasiones por la dirección del país, y que debe
"desenmarañarse" cuanto antes, por ser incongruente con la nueva
dinámica empresarial que exige la actualización del modelo económico
cubano. |