Prestigiosos académicos y artistas de Cuba y otros seis países
concurrirán al VIII Simposio Internacional de Cerámica Artística
Puerto Príncipe 2012, a celebrarse en la ciudad de Camagüey a partir
del 27 de marzo.
En el Taller Doña Iris del artista Oscar Rodríguez, forjador del
Simposio iniciado en 1999, serán modeladas con barro de Camagüey
considerado uno de los mejores de América- las obras diseñadas por
los participantes al evento, que se extenderá hasta el 11 de abril,
reporta Prensa Latina.
Ceramistas de Argentina, Costa Rica, República Dominicana,
Brasil, Chile y Canadá compartirán con sus análogos cubanos este
espacio para la creación artística, por esos días atiborrado de
todas las nuevas tendencias de la cerámica universal.
Tierra, filosofía e identidad es el lema que regirá este
intercambio cultural bienal que, desde sus orígenes hasta la
actualidad, resguarda centenares de piezas donadas por los
principales alfareros del orbe, las cuales acogerá aquí el futuro
Museo de la cerámica.
Cuatro proyectos artísticos de identidad argentinos serán
presentados en el evento, anunciaron además sus organizadores.
Los artistas concebirán un gran mural que regalarán a la villa de
Camagüey por su cumpleaños 500, en el 2014.
La agenda del simposio contempla asimismo las jornadas teóricas,
la inauguración de exposiciones personales e intercambios con
estudiantes y profesores de las artes plásticas de esta ciudad
cubana, entre otras actividades.
Está dedicado al dominicano Thimo Pimentel, creador de la Trienal
Elite-Tile, evento con el que intercambia esta cita en Cuba de
artesanos del mundo, y a la artista insigne del movimiento ceramista
cubano, Julia González.
Desde su surgimiento, el Simposio se propuso preservar y exponer
de manera permanente las versiones actuales de esta manifestación
tan antigua, idea reproducida en otros países como Chile, México,
España, Portugal, Costa Rica, Estados Unidos, Turquía e Italia.
El barro camagüeyano se aprovecha desde tiempos remotos para
elaborar ladrillos, tejas y losas de piso que son usados en las
edificaciones, así como la fabricación de los típicos tinajones
empleados para guardar agua de lluvia, y que devinieron símbolo de
esta oriental ciudad.