El Pentágono insinuó este sábado que el sargento asesino múltiple
en Afganistán podría ser juzgado fuera de territorio estadounidense
y comunicó que el acusado fue encerrado en una celda de aislamiento.
Robert Bales, del tercer regimiento de infantería, podría
enfrentar la pena de muerte luego que irrumpió el pasado domingo por
la noche en varios hogares en la provincia de Kandahar y mató a 16
civiles, la mayoría mujeres y niños.
Este incidente ha elevado las tensiones políticas entre
Washington y Kabul porque sucedió menos de un mes después que tropas
norteamericanas quemaran ejemplares del Corán, considerado por los
musulmanes como un libro sagrado.
Un comunicado del Departamento de Defensa aclaró que aunque el
militar inculpado haya sido traído hasta Kansas, ese hecho no
significa que necesariamente deba ser procesado en Estados Unidos.
El gobierno del presidente Hamid Karzai criticó a la Casa Blanca
por no cooperar con las investigaciones y demandó a su homólogo
Barack Obama que Bales sea enviado al país centroasiático para ser
encausado.
Trascendió que el sargento de 38 años se enlistó en el Ejército
después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y antes sirvió
en las ciudades de Mosul, Bagdad, y Baquba, todas en Irak. En
diciembre de 2011 llegó a Afganistán.
El soldado proviene de la base Lewis-McChord, cerca de Seattle,
con antecedentes de irregularidades, indisciplinas y múltiples
reportes de reclutas con desórdenes mentales.
La instalación castrense, en el estado de Washington y una de las
más grandes en el norteño país, es un campamento de 40 mil militares
con altas tasas de robos, abusos entre soldados, enfermedades
mentales y suicidios.
A mediados de 2011 la senadora Patty Murray sugirió una
investigación porque 285 casos de stress post-traumático fueron mal
diagnosticados por personal médico de la señalada unidad, reflejó
Prensa Latina.