Naciones Unidas llamó a los dirigentes de Haití a trabajar juntos
y evitar las recientes disputas que han impedido los progresos en el
fortalecimiento y reforma de las instituciones en ese país, según un
informe conocido hoy.
La exhortación aparece en un reporte que el secretario general de
la ONU, Ban Ki-moon, presentará el jueves ante el Consejo de
Seguridad durante una sesión dedicada a la situación en ese país
antillano.
El documento se refiere a la reciente renuncia del primer
ministro, Garry Conille, como consecuencia del enfrentamiento
continuado entre las ramas ejecutiva y legislativa del gobierno y
las tensiones dentro del ejecutivo.
Opina que los dirigentes haitianos no han sabido estar a la
altura de las expectativas legítimas de sus electores para gobernar
efectivamente en unos momentos de necesidad sin precedentes en
Haití.
En ese sentido, Ban Ki-moon respalda una declaración emitida por
el Consejo de Seguridad tras la visita que una delegación de sus
miembros realizó a Puerto Príncipe y que instó a los líderes
políticos del país a actuar juntos en un espíritu de avenencia.
Aliento a todos los agentes a que participen en un diálogo
político constructivo para lograr un acuerdo y reconciliación
políticos basados en la tolerancia mutua, insiste el máximo
responsable de la ONU.
Por otro lado, el informe advierte sobre informaciones relativas
a la movilización de varios centenares de exmiembros de las fuerzas
armadas de Haití y nuevos reclutas que han ocupado antiguos
campamentos de adiestramiento en diferentes departamentos. Al
respecto, convoca al gobierno del presidente haitiano, Michel
Martelly, a adoptar medidas firmes contra esa amenaza para la
estabilidad del país y a investigar sus fuentes de financiación y
apoyo.
Más adelante, expresa su esperanza en que las autoridades
comiencen el proceso electoral para los próximos comicios parciales
legislativos, municipales y locales.
Sin embargo, el informe solo recoge de forma escueta la situación
relacionada con la epidemia de cólera, cuya responsabilidad fue
achacada a los militares de la ONU en Haití, y los actos de abuso
sexual cometidos por miembros de esa fuerza.
Indica que hasta el 20 de enero, el número de casos acumulados de
personas infectadas por el cólera era de 526 mil 524 y el de muertos
siete mil 25 desde el comienzo del brote en octubre de 2010.
La epidemia continuará en 2012 y sigue existiendo el riesgo de
nuevos brotes, apunta el análisis de Ban Ki-moon.
De acuerdo con Prensa Latina, con respecto a las faltas cometidas
por las tropas de la ONU contra la población civil, el documento
promete fortalecer las medidas de prevención, acelerar la gestión de
los casos disciplinarios y adoptar medidas correctivas.
Y, sin emitir ningún comentario, menciona que en febrero pasado
el Senado haitiano aprobó por unanimidad una resolución que pidió el
retiro de la inmunidad de dos funcionarios de la misión de la ONU
acusados en uno de los casos.