El gobierno español analizará hoy aquí con las 17 comunidades
autónomas el nuevo objetivo de déficit para este año y el mecanismo
extraordinario de financiación para el pago a proveedores, advirtió
Prensa Latina.
La administración central planteará este martes a esos
territorios, en su mayoría gobernados por el oficialista Partido
Popular (PP), un objetivo global de déficit del 1,5 por ciento del
Producto Interno Bruto (PIB).
De esa manera, el Ejecutivo conservador de Mariano Rajoy pretende
cumplir con la nueva senda de consolidación fiscal anunciada el
pasado viernes, que fijó un déficit público del 5,8 por ciento del
PIB en 2012.
Esta meta supone abandonar, al menos temporalmente, el objetivo
de reducción del déficit comprometido con la Unión Europea (UE),
establecido en 4,4 por ciento del PIB.
España cerró 2011 con una desviación presupuestaria de 8,51 por
ciento del PIB, 2,5 puntos porcentuales por encima de lo pactado
inicialmente con Bruselas (6,0 por ciento) por el anterior ejecutivo
del Partido Socialista Obrero Español.
En este nuevo escenario, serán las comunidades autónomas las que
deberán hacer el mayor esfuerzo presupuestario, con recortes
previstos para este año de 15 mil millones de euros, que ya
provocaron quejas de algunos presidentes regionales.
Según datos del Banco de España, correspondientes al tercer
trimestre de 2011, esos territorios, que tienen transferidas las
competencias que afectan el ámbito social (educación y salud) tienen
un déficit pendiente de 135 mil 151 millones de euros.
El gobierno español salió la víspera en bloque a tratar de cortar
de raíz el intento de algunas autonomías de exigir la misma
relajación en el objetivo de déficit, que el propio poder central se
ha permitido respecto a las exigencias de la UE.
Andalucía y Cataluña ya exteriorizaron sus críticas, al entender
que el Estado tiene que hacer un esfuerzo menor, a pesar de que las
autonomías gestionan la mayor parte de los servicios esenciales.
Cataluña, que representa una quinta parte del PIB español,
calificó de injusto forzar a las regiones a hacer frente a esa
cuenta y demandó una meta más realista para los territorios del 1,7
por ciento, en lugar del 1,5 por ciento revisado.
No tiene sentido que el Gobierno central tenga más flexibilidad
que las comunidades autónomas, salvo que la idea sea recortar los
servicios públicos, expresó al periódico El País Carmen Martínez
Aguayo, consejera de Hacienda en Andalucía.
Tras defender la credibilidad del país con el compromiso fiscal y
el nuevo objetivo de déficit, Rajoy volvió ayer a reconocer que las
comunidades habrán de hacer un gran esfuerzo, y dio muestras de que
exigirá una aplicación estricta de los objetivos.