Pakistán se mostró dispuesto a apoyar las conversaciones de paz
entre el gobierno afgano y los grupos insurgentes que operan en
ambos lados de la frontera común, indicó Prensa Latina.
Haremos cuanto esté a nuestro alcance (para facilitar el diálogo
entre los bandos), la situación en la región no puede mejorar sin
que mejoren las relaciones con las naciones vecinas, dijo la
ministra pakistaní de Relaciones Exteriores, Hina Rabbani Khar,
citada hoy aquí por la televisora privada Geo News.
Al reunirse en esta capital a mediados de febrero, los
presidentes Asif Ali Zardari (Pakistán) y Hamid Karzai (Afganistán)
acordaron aunar esfuerzos en la lucha contra los talibanes, sobre
todo en la frontera común, por sus implicaciones para la estabilidad
en los dos países.
La posición de Islamabad es clave para el proceso de
reconciliación y pacificación de la vecina nación, en un momento
decisivo ante la progresiva retirada de las tropas de Estados Unidos
y la Organización del Tratado del Atlántico Norte, una operación que
debe concluir hacia el 2014.
Respecto a la eventual reapertura de las líneas de abastecimiento
a las tropas de la OTAN, bloqueadas desde el bombardeo por parte de
aeronaves de la alianza a puntos de control en la frontera con
Afganistán, Khar apuntó que el asunto sigue bajo estudio.
Le comuniqué a la secretaria (norteamericana) de Estado, Hillary
Clinton, que la reapertura de las rutas de suministro de la OTAN es
una cuestión que decidirá el Parlamento, dijo la canciller.
El apoyo logístico de Pakistán en ese sentido y su participación
en las conversaciones de paz con la insurgencia son decisivos para
el desarrollo de la campaña en Afganistán, en el primer caso, y para
la pacificación de ese país, en el segundo.
Recientemente la dirigencia talibán instaló una oficina política
en Catar para negociar con Estados Unidos, pero Kabul e Islamabad
observan con preocupación esa movida en tanto podría minimizarlos en
un proceso en el que son claves y las partes más interesadas.
En consecuencia, ambas naciones están haciendo todo lo posible
por ser los interlocutores de primera línea y han sugerido
extraoficialmente que, en vez de Catar, Arabia Saudita sería un buen
lugar para llevar adelante las negociaciones.