Faltaba conocer el resultado de las semifinales, claro está, pero
al momento de escribir esta nota la escuadra cubana de boxeo ya
había asegurado seis preseas en el Torneo Strandzha, de Bulgaria,
superando el botín de la edición anterior (2-2-0).
De ese modo, según informó desde Sofía el colega Roberto Ramírez
del semanario Jit, los campeones mundiales Lázaro Álvarez (56 kg) y
Julio César La Cruz (81) buscaban el pase por el oro, tras batir
fácil en cada caso, al armenio Hovhannes Bachkov 21-8 y 13-5 al
bielorruso Mikhail Dauhaliavets. Álvarez, frente a Luke Campbell, el
inglés al que derrotó en la final de Bakú’11, y La Cruz ante otro
armenio, Artur Khachtryan.
Mientras, los exjuveniles Yosbany Veitía (49) y Robeisy Ramírez
(52) le seguirían la rima contra el sudcoreano Shin Yong Hun,
subtitular del orbe, y el anfitrión Stefean Ivanov. José Ángel
Larduet (91) debutaba en esa instancia versus el georgiano Revaz
Karelishvili, por haberse presentado solo cinco púgiles en su
división. Y Erislandy Savón (+91) se las veía con un armenio más,
Sergo Pogosyan, después de liquidar nuevamente por la vía rápida (RSC)
al uzbeco Izzatulla Ergashev, para intentar retener su corona de un
año atrás.
Sin esa posibilidad, en cambio, se quedaba el subtitular olímpico
Emilio Correa hijo (75), al ceder 18-21 frente al turco Adem Kilicci,
bronce del orbe en el 2007. Y tampoco lograron acceder al podio
Yasnier Toledo como ligero welter, por un punto (10-11) ante el ruso
Avak Uzlian, vencedor un día antes de Roniel Iglesias; ni Arisnoidys
Despaigne, 8-10 contra el galés Fred Evans.