Bolivia enfrenta los daños ocasionados por las lluvias y las
inundaciones de los últimos días con recursos propios, aseguró hoy
el vicepresidente Alvaro García.
García insistió en que el Ejecutivo hace frente a los efectos del
fenómeno climático de La Niña con recursos propios del Estado
boliviano, sin descartar ayuda a algún país vecino que la necesite.
"Con recursos propios de gobernaciones, alcaldías y del Gobierno
nacional estamos afrontando esta etapa de las emergencias y estamos
muy orgullosos de ello", admitió el vicemandatario, quien ha estado
en varios de los lugares donde las aguas causaron hasta ahora daños
mayores.
Para García está abierta, incluso, la posibilidad de ofrecer
ayuda a algún país hermano, que también pase por circunstancias
parecidas a las que ha dejado La Niña en Bolivia.
"Incluso podemos tener la capacidad de colaborar con otro país,
hermano, en Brasil hay graves problemas y vamos a ver la posibilidad
de que, de manera humilde, pequeña, ver si se necesita algún tipo de
ayuda en (la localidad de) Brasilea, porque Brasilea se ha inundado
el 80 por ciento", argumentó.
El Gobierno declaró el miércoles emergencia nacional en todo el
territorio boliviano por los efectos del fenómeno de La Niña, los
cuales dejaron, hasta la fecha, a más de nueve mil familias
damnificadas, por la pérdida de sus viviendas y sembradíos.
García estuvo la víspera en el departamento amazónico de Pando
para dirigir la entrega de ayuda a los afectados por las
inundaciones del río Acre, en la población fronteriza de Bolpebra y
en varios barrios de Cobija.
El Acre, cuyas aguas se elevaron de seis a ocho metros en los
últimos días, inundó Bolpebra y seis de los barrios de la capital de
Pando.
El Gobierno envió hasta el momento cinco aviones de la Fuerza
Aérea con ayuda, sobre todo colchones, mantas, mosquiteros,
alimentos y agua, informó