Varios países de América del Sur permanecen este miércoles en
estado de emergencia por las intensas lluvias asociadas al fenómeno
climático La Niña que en los últimos días desató el caos en la
región.
Reportes preliminares refieren que el temporal y los vientos que
acompañan a ese evento dejaron hasta el momento decenas de muertos y
desaparecidos en Suramérica, así como cuantiosos daños económicos,
reporta Prensa Latina.
Los meteorólogos pronostican este año valores de precipitaciones
superiores al promedio normal, con lo cual responsabilizan a La
Niña, fenómeno que incide en el incremento de la temperatura del
Pacífico Tropical.
El pronóstico contrasta con la sequía que azota desde noviembre a
gran parte del continente suramericano y que llevó a decretar estado
de excepción agropecuario en algunas regiones, sobre todo en La
Patagonia.
Al menos 10 personas fallecieron y más de nueve mil familias
perdieron sus viviendas y sembradíos en Bolivia por las fuertes
precipitaciones que desde diciembre ocasionaron deslaves y crecidas
de ríos en todo el país.
El Gobierno de La Paz decretó este miércoles emergencia nacional
y autorizó la distribución de 162 toneladas de ayuda a los
damnificados, albergados actualmente en escuelas, iglesias y otras
instalaciones.
Muchas localidades se mantienen incomunicadas por las riadas que
provocaron el colapso de puentes e inundaron los sembrados, con la
consiguiente pérdida de cultivos de papa, quinua y cebada.
Los servicios meteorológicos prevén que las lluvias continúen en
los días venideros, frente a lo cual el Gobierno de Ecuador dispusó
alerta amarilla en doce provincias, previa a la roja, de máxima
peligrosidad.
Según la Defensa Civil ecuatoriana, el pasado fin de semana
murieron 85 personas por accidentes de tránsito y por los aguaceros
que dejaron varios ahogados y electrocutados, además de 20
desaparecidos.
El ministerio de Salud de ese país advirtió sobre un brote de
dengue con saldo de un muerto y mil 233 infectados y llamó a la
ciudadanía a tomar medidas ya que en 2011 se reportaron 32 muertes
por esa causa.
La Amazonía brasileña también se ha visto afectada por las
lluvias que redundaron en la crecida del río Acre -en la frontera
con Bolivia y Perú- la cual dejó sin vivienda a siete mil personas.
El reporte de las autoridades locales precisa que el nivel de las
aguas del Acre subió a 17,39 metros, la segunda mayor marca para ese
río después de la registrada en 1997 cuando alcanzó 17,66 metros.
Las lluvias y vientos relacionados con La Niña, conocida como El
Viejo o El Anti-niño, causaron destrozos en Paraguay y dejaron sin
energía eléctrica a varias localidades del departamento Alto Paraná
(este).
En Perú, el presidente Ollanta Humala ordenó ayer la movilización
de sus ministros, la defensa civil y el ejército, para asistir a 12
regiones, de un total de 24, afectadas por torrenciales aguaceros e
inundaciones.
Las autoridades peruanas cifran en más de una veintena las
muertes debido a deslaves y derrumbes causados por las lluvias que
también destruyeron áreas de cultivo, puentes y tramos carreteros.