Estados Unidos está presionando a Pakistán para que le permita
establecer bases en la suroccidental provincia de Baluchistán,
fronteriza con Irán, a fin de reunir información de inteligencia
sobre la nación persa.
De acuerdo con un reporte publicado hoy por la versión digital
del diario The Times of India, el Congreso estadounidense ha estado
discutiendo una resolución sobre la secesión de aquel territorio
pakistaní como un medio de coerción para que Islamabad ceda a sus
demandas respecto a aquellos enclaves.
Baluchistán es un importante bastión de la insurgencia talibán y
frecuente escenario de incidentes violentos desde un levantamiento
contra el gobierno en 2004 para exigir autonomía política y mayor
participación de los beneficios de los recursos de la región, rica
en minerales, petróleo y gas.
A fines de la semana anterior, la congresista Dana Rohrabacher
presentó ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos una
resolución que aboga por la libre determinación de ese territorio.
La propuesta levantó una inmediata oleada de irritación en
Pakistán, cuyos principales dirigentes la repudiaron rotundamente,
advirtió Prensa Latina.
El lunes, la cancillería entregó al encargado de Negocios de la
embajada estadounidense, Richard Hoagland, una enérgica protesta por
la iniciativa, a la que calificaron como una violación absoluta de
los principios de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho
internacional.
En cuanto a Irán, la postura de Pakistán también ha quedado
claramente sentad.
Hace unos días, el presidente Asif Ali Zardari le comunicó a su
homólogo iraní, Mahmoud Ahmadinejad, que su país no pondría sus
bases aéreas a disposición de Washington si este decide agredir al
estado persa.
Los dos dignatarios celebraron la semana pasada en Islamabad una
cumbre junto a su colega de Afganistán, Hamid Karzai, a fin de
conjugar esfuerzos en la lucha contra el terrorismo y a favor de la
cooperación trilateral en diversos campos.
En una entrevista aparte con Ahmadinejad, Zardari enfatizó que
Pakistán e Irán se necesitan mutuamente y que ninguna presión
extranjera podrá entorpecer las relaciones bilaterales.